En abril de 2020 la inflación anual fue 2.15 por ciento, la segunda menor desde que se lleva el actual registro, a partir de 1970. La menor se registró en diciembre de 2015, 2.13 por ciento.
En octubre pasado la inflación anual fue 6.24 por ciento, lo cual dio como resultado un repunte, en dieciocho meses, de 4.09 puntos porcentuales, equivalentes al 190.23 por ciento.
Mucho es lo que debe decirse de la inflación; de su repunte; de la eficacia de la herramienta de política monetaria, la Tasa de Interés Interbancaria, para mantener la inflación dentro de los límites de la meta de inflación, que es tres por ciento más menos un punto porcentual de margen de error; de la meta de inflación; de que la inflación y sus repuntes una de dos, o son provocados o son permitidos por el banco central, por lo que, en cualquiera de los dos casos, tiene responsabilidad, por mencionar algunos de los temas relacionados con la pérdida en el poder adquisitivo de nuestro dinero.
Hay quienes afirman que el repunte en la inflación es transitorio, lo cual seguramente así será. Según la media de las 39 respuestas recibidas por el Banco de México, en la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, de octubre, en 2022 y 2023 la inflación será 3.93 y 3.62 por ciento, ubicándose dentro de los límites de la meta de inflación.
El repunte en la inflación podrá ser, y seguramente será, transitorio, pero la que no ha sido transitoria (pasajera, temporal, momentánea, breve), y seguramente no dejará de serlo, es la inflación, la pérdida en el poder adquisitivo de nuestro dinero y, por ello, de nuestro trabajo, lo cual, si tenemos derecho al producto íntegro de nuestro trabajo, y lo tenemos, viola ese derecho, siendo la inflación parte del Estado de chueco, no del Estado de Derecho, algo que nadie considera al tocar el tema.
¿Por qué digo que, seguramente, la inflación no será transitoria? En primer lugar por la evidencia empírica. Entre enero de 1970 y octubre de 2021 en México se acumuló una inflación del 954,494.87 por ciento. En lo que va del siglo XXI la inflación acumulada es ya del 139.22 por ciento. En segundo lugar, más importante, ¡porque el Banco de México tiene metas de inflación! Lo primero que leemos, al entrar a la página del banco central es: “El objetivo prioritario de Banco de México es mantener una inflación baja y estable”, lo cual quiere decir entre dos y cuatro por ciento. Hoy anda por arriba del seis por ciento.
El primer tema, relacionado con el dinero y su poder adquisitivo, que debe discutirse en México es si es correcto que el banco central tenga metas de inflación, discusión que, todo así lo indica, seguirá, al paso de la pérdida en el poder adquisitivo de nuestro dinero, y por lo tanto de nuestro trabajo, pendiente.
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