El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, prometió en su testimonio ante el Congreso el miércoles que el banco central se está moviendo rápidamente para aumentar las tasas de interés y sigue firmemente comprometido a hacerlo hasta que haya evidencia convincente de que la inflación se está normalizando.
En su testimonio semestral sobre política monetaria ante el Congreso, Powell enfrentó preguntas de los legisladores sobre cómo procederá el banco central en su intento de combatir la creciente inflación, que se mantiene en máximos de 41 años.
La Fed elevó las tasas en 75 puntos básicos la semana pasada, su mayor aumento desde 1994, y Powell también indicó que es probable que se produzca un aumento de tasas similar en la próxima reunión de política monetaria en julio.
Powell prometió al Congreso que la Fed no dudaría en seguir subiendo las tasas a un ritmo acelerado, y más allá de lo proyectado, si persiste una inflación más alta. Y si bien aseguró que la economía estadounidense es fuerte ahora, reconoció que podría producirse una recesión.
Hay posibilidad de recesión
“Es ciertamente una posibilidad. No es nuestro resultado previsto en absoluto, pero ciertamente es una posibilidad, y francamente los acontecimientos de los últimos meses en todo el mundo han hecho que sea más difícil para nosotros lograr lo que queremos, que es una inflación del 2 por ciento y todavía un mercado laboral fuerte”, dijo.
En este sentido, comentó que lograr un aterrizaje suave, en el que la política monetaria se endurezca sin que se produzcan circunstancias económicas graves, como una recesión, será difícil.
“Es esencial que reduzcamos la inflación, ya que los aumentos de tasas en curso serán apropiados hasta que el banco central vea evidencia convincente de que la inflación se está moderando de regreso a la meta a largo plazo del 2 por ciento”, respondió Powell a los cuestionamientos.
Desde su punto de vista, será difícil controlar la inflación porque el aumento en los precios del petróleo y otras materias primas resultado de la invasión rusa de Ucrania está impulsando los precios de la gasolina y el combustible, lo cual está creando una presión alcista adicional sobre la inflación, aunado a los bloqueos relacionados con COVID-19 en China que están interrumpiendo la cadena de suministro.
Sobre la fuerte caída de los mercados de valores, Powell le dijo al Congreso que la Fed se esforzará por evitar agregar incertidumbre en lo que ya es un momento extraordinariamente desafiante, pero sigue “firmemente comprometida con la reducción de la inflación”.
“La Fed está decidida a tomar las medidas necesarias para restaurar la estabilidad de precios. La economía estadounidense sigue siendo muy fuerte y bien posicionada para manejar una política monetaria más estricta. Tomaremos nuestras decisiones reunión por reunión y seremos ágiles al responder a los datos económicos”, puntualizó.
La Fed va con todo
La Fed ha sido muy clara desde hace meses señalando que va “con todo” para aplastar la inflación, pero los inversionistas parecen confiados en que ese banco central volverá a estar ahí para salvar a las bolsas de valores y activos de riesgo. ¡No será así!
A una inflación histórica como la de hace 40 años, vendrá una respuesta feroz de la Fed también histórica.
Es en estos tiempos turbulentos que más vale navegar en estas turbulentas aguas en un “bote salvavidas” de dinero en efectivo contante y sonante, que en activos cuyo valor se desplomará porque la Fed los desinflará como parte de su plan contra el alza de precios.