Gubernamentalizar la economía

Se dice, y con razón, que con López Obrador en la Presidencia regresaríamos, sobre todo en materia de economía, a los tiempos de Luis Echeverría (1970 – 1976) y José López Portillo (1976 – 1982), tiempos que se conocen como la Docena Trágica, que dio como resultado un importante retroceso en materia económica. Comparemos.

En 1970, al final del Desarrollo Estabilizador (1954 – 1970), la inflación fue 4.7 por ciento. En 1982, al término de la Docena Trágica, fue 98.8 por ciento. En 1970 el crecimiento de la economía, medido por la producción de bienes y servicios, fue 6.5 por ciento. En 1982 fue menos 0.6 por ciento. El resultado de la Docena Trágica, comparado con el del período anterior, el del Desarrollo Estabilizador, fue menor crecimiento y mayor inflación, exactamente lo contrario de lo que debería haber sido: menor inflación y mayor crecimiento.

¿Cuál fue la causa de ese resultado? La gubernamentalización de la economía, el hecho de que a lo largo de los años de la Docena Trágica la participación del gobierno en la economía se amplió y profundizó, proceso que culminó el 1 de septiembre de 1982 con la expropiación y gubernamentalización de la banca privada, que nos puso en la antesala del comunismo. ¿Exagero? Véase el decálogo que presentan Marx y Engels al final del Manifiesto Comunista de 1848, diez elementos que según ellos serían la esencia del comunismo, y compárese con lo que llegamos a tener en México, consecuencia de la Docena Trágica.

Se afirma que con López Obrador en la Presidencia retornaríamos a la época de la Docena Trágica, lo cual supondría gubernamentalizar, ¡más de lo que ya lo está!, la economía mexicana, ampliando y profundizando la participación del gobierno en la misma, partiendo de la creencia de que el progreso económico se logra gracias a la participación directa del gobierno en la economía, tal y como se afirma en el artículo 25 de la Constitución, en el cual leemos que “el Estado planeará, conducirá, coordinará y orientará la actividad económica nacional”, lo cual solamente se logra planeando, conduciendo, coordinando y orientando las actividades económicas de los agentes económicos privados, lo cual viola el derecho individual a la libertad para trabajar, emprender, invertir, producir, distribuir, ofrecer y vender, lo cual es propio de las economías centralmente planificadas, las mismas que han fracasado en todas partes, tal y como lo muestra la historia económica y lo demuestra la ciencia de la economía.

Se señala que con López Obrador en la Presidencia volveríamos a los tiempos de Echeverría y López Portillo, lo cual supondría ampliar y profundizar la participación del gobierno en la economía, lo cual podría hacerse con plena justificación constitucional. La amenaza, antes que en López Obrador, está en el artículo 25 constitucional.

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Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .