La inversión directa (ID) produce bienes y servicios, creaciones, y les permite, a aquellos que han sido puestos de trabajo, generar ingresos. Todo esto depende de la ID, sin olvidar el crecimiento de la economía. Se mide por el comportamiento de la producción. Ceteris paribus , más ID mayor crecimiento, y viceversa.
Qué tanta identificación se canaliza hacia un país depende de su competencia, de su capacidad de atraer, de su número de identificación de retener y multiplicar, de una mayor cantidad de variables, de la infraestructura de las comunicaciones y los transportes. Ceteris paribus , a más y mejor infraestructura mayor competitividad; una mayor competitividad más ID; a más ID más producción, más empleo y más ingreso.
El lunes 29 de octubre, en una de las peores decisiones se tomará como presidente, AMLO se convertirá en la construcción del NAICM en Texcoco, se publicará una importante obra de infraestructura de transporte, tanto como las personas como las mercancías, la cancelación ante la calidad surgió la pregunta: ¿Cómo afectó la competitividad del país y, por lo tanto, a la ID? Ya tenemos parte de la respuesta.
En octubre de 2006, la inversión fija en la bruta (IFB), que se realiza en las instalaciones, la maquinaria y el equipo, y que se proporciona la infraestructura física para la producción de bienes y servicios es un buen indicador de la ID, creció, en términos anuales (comparando octubre del 2018 con octubre del 2017), 1.8 por ciento y, en términos mensuales (comparando octubre con septiembre), 0.1 por ciento. Un mes después, en noviembre, ya se ha tomado la decisión de cancelar el NAICM, en términos de términos, la declaración IFB 2.1 por ciento (menos 1.7 maquinaria y equipo; menos 2.0 construcción residencial; menos 3.3 construcción no residencial) y, en términos mensuales, decreció 3.1 por ciento (menos 3.8 maquinaria y equipo; menos 2.4 construcción residencial; menos 0.4 construcción no residencial).
La caída en la IFB en octubre puede explicarse, primero, la oportunidad perdida para contar, en México, con un aeropuerto a la altura de los retos que se enfrentan, y se enfrentan, en la materia de transporte aéreo en el país y segundo , por el doble mensaje que mandó AMLO. Primero: me importa poco la infraestructura del país. Segundo: me importa poco tengo que pagar una millonada para no tener aeropuerto, doble mensaje que, sin duda, afecto a la competitividad del país, la IFB, la ID, la producción, el empleo y el ingreso.
Lo que sucedió en noviembre con la IFB, ¿fue algo pasajero, el producto de la reacción y el bote pronto de la inversión de la decisión de cancelar el NAICM, o fue el inicio de una tendencia hacia una más pronunciada caída en la IFB, que se inscribe en agosto, una vez conocido el triunfo de AMLO en las elecciones?
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