¿Expropiar?

Hace unos días nos enteramos, vía Twitter, que “Aeroméxico retirará de operaciones 5 aviones y eliminará 9 rutas, 3 desde CDMX, 4 desde Monterrey y 2 desde Guadalajara, ante pérdidas”, precisamente lo que una empresa debe hacer cuando, en vez de ganar, pierde. Se le llama prudencia, en este caso empresarial, virtud por la cual uno, en este caso una empresa, cuida de sí mismo.

Llama la atención el tuit que, al respecto de la decisión de Aeroméxico, mandó Yeidckol Polevnsky, presidenta nacional de Morena: “Las comunicaciones y el transporte de personas y mercancías no pueden ser vistas sólo como un negocio, es un servicio estratégico para el desarrollo del país. Planeación sustentable para un México nuevo”. Centro la atención en dos palabras: estratégico y planeación.

Según el artículo 28 de la Constitución los sectores estratégicos de la economía deben estar en las manos exclusivas del Estado, ser monopolios gubernamentales, y, según el mismo artículo, basta y sobra que el Congreso expida una ley en la cual se diga que este o aquel sector de la actividad económica es considerado estratégico (por ejemplo: comunicaciones y transportes) para que el mismo deba ser expropiado o, lo que es lo mismo, gubernamentalizado.

Según el artículo 25 constitucional el Estado, que para todo efecto práctico es el gobierno en turno, debe planear, conducir, coordinar y orientar la actividad económica nacional, lo que se consigue planeando, conduciendo, coordinando y orientando la actividad económica de los particulares, lo cual atenta contra la libertad individual para trabajar, emprender, invertir, producir, distribuir, ofrecer, vender, atentado propio de las economías centralmente planificadas, cuyos resultados, comparados con los que se obtienen en las economías de mercado, basadas en el respeto a la libertad de los agentes económicos, dejan mucho que desear.

Al leer el tuit de Polevnsky, considerando que es admiradora de la revolución bolivariana y defensora del socialismo del siglo XXI, me imaginé que bien podría haberlo terminado con un muy chavista “Exprópiese”, lo cual, en México, es posible. Tanto por el reconocimiento pleno, la definición puntual, y la garantía jurídica, del derecho a la propiedad privada, en este caso sobre los medios de producción.

Cierto, AMLO ha dicho que no habrá expropiaciones. ¿Pero lo ha dicho porque está convencido que no debe haberlas, ni siquiera en los sectores estratégicos de la economía, o lo viene diciendo solo para “calmar” a los inversionistas y evitar una (¿anticipada?) fuga de capitales?

Parte de la planeación, conducción, coordinación y orientación gubernamental de la economía pasa por la expropiación de sus sectores estratégicos, aquellos que proveen de bienes y servicios al resto de las actividades económicas. Tal es el caso del sector comunicaciones y transportes.

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Twitter: @ArturoDammArnal

Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .