¿Por qué, cuando a los economistas nos preguntan cómo va la economía, la primera respuesta que damos es en términos del Producto Interno Bruto, PIB, que es la producción de bienes y servicios para consumo final? ¿Por qué es tan importante esta variable? Porque el problema económico de fondo es la escasez, el hecho de que no todo alcanza para todos, menos en las cantidades que cada uno quisiera, y mucho menos gratis, escasez que se minimiza en la medida en la que la producción y oferta de satisfactores sea la mayor posible, para lo cual se requiere que el PIB crezca lo más posible, para lo cual resulta indispensable que directamente se invierta lo más posible, para lo cual es preciso que la competitividad del país, y por lo tanto la disposición de los empresarios para invertir directamente (produciendo bienes y servicios, creando empleos y generando ingresos), sea la mayor posible.
Menciono lo anterior porque el Banco de México publicó los resultados de la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas en Economía del Sector Privado, correspondiente a octubre, misma que se levantó, entre 29 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado, tanto nacional como extranjero, del 17 al 26 del mes pasado, antes de que se conociera la decisión de cancelar la construcción del NAICM en Texcoco (el error de octubre), por lo que dicha información no se tomó en cuenta a la hora de responder, lo cual hace que dicha encuesta ya resulte irrelevante. El error de octubre cambia de manera importante las expectativas en torno al futuro de la economía mexicana, comenzando por el crecimiento. Habrá que esperar los resultados de la encuesta de noviembre, que se publicará el 3 de diciembre, misma que mostrará un deterioro en las expectativas, comenzando por el comportamiento del PIB, variable con la que se mide el crecimiento de la economía.
A lo largo del año se ha deteriorado la expectativa de crecimiento de la economía para el 2019. En enero (considerando la media de las respuesta) fue del 2.35 por ciento y en octubre resultó del 2.15, la menor de todo el año. Todo lo anterior sin considerar el error de octubre, mismo que deteriorará la expectativa de crecimiento para el 2019. ¿De cuánto será el deterioro? Lo sabremos el 3 de diciembre.
Normalmente, por razones relacionadas con el cambio de gobierno, el primer año de la administración entrante es de menor crecimiento que el último año de la administración saliente. Para el 2019 no solo estarán presentes las razones propias de cualquier cambio de gobierno, sino la inseguridad y desconfianza que, de manera adicional, ha creado el error de octubre, y su efecto en la disposición de los empresarios para invertir directamente en México, para abrir empresas, producir satisfactores, crear empleos, generar ingresos, para ser más eficientes motores del progreso económico.
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