Sobre la probable quiebra del segundo mayor gigante inmobiliario de China, Evergrande, se han escrito últimamente toda clase de notas y producido múltiples videos respecto a la supuesta inminencia de una nueva crisis económico-financiera de alcances globales.
En apariencia, no es para menos: sus pasivos ascienden a más de 300 mil millones de dólares (mdd) que ya no podrá pagar, y por eso publicitariamente se le ha vendido en medios noticiosos como el “Lehman Brothers” chino, aludiendo a la caída del banco estadounidense que marcó el inicio de la crisis de 2008 y Gran Recesión de 2009.
No obstante, aunque de ninguna manera podemos descartar que pudiera tener un impacto, la probabilidad de que un incumplimiento de sus pagos derive en una grave crisis global es, hasta el momento, muy baja.
En China es prácticamente impensable que una burbuja inmobiliaria estalle sin un rescate del gobierno de Xi Jinping o cualquier intervención suya que impida un efecto dominó de quiebras. Además, se estima que más del 90 por ciento de la deuda de Evergrande la deberían dentro de la propia China, lo que contendría una reacción en cadena de impagos hacia el exterior.
Asimismo, no olvidemos que la burbuja de bienes raíces en el país asiático no es algo nuevo, sino que tiene más de una década de antigüedad, y que literalmente hay ciudades fantasma enteras construidas como consecuencia de la brutal inyección de gasto gubernamental que Beijing realizó para contrarrestar la crisis de 2008-2009.
¿La burbuja estallará? Lo hará tarde o temprano, pero los alarmistas pasan por alto que el gobierno chino tiene amplios bolsillos y las mayores reservas de divisas del planeta por 3.2 millones de mdd -y una de las más grandes reservas oficiales en oro físico por al menos 1,948.3 toneladas-, de las cuales puede echar mano en caso necesario. No creemos, sin embargo, que se llegue al extremo de tocarlas.
Visto desde esta perspectiva, el problema de Evergrande ya no luce descomunal.
El escenario más probable y que ya está avanzado es una especie de “bail-in” o “rescate interno” en el cual los acreedores de Evergrande tomen posesión de propiedades ya construidas como pago. No dude que en la resolución de este problema que no dejará contento a nadie en China, el gobierno tendrá una intervención que será definitiva.
La prioridad para el presidente Xi Jinping como la de cualquier dictadura es conservar el poder, y para ello, mantener el orden social a cualquier costo es crucial. Es difícil pensar que se arriesgarían a cometer un “error de libre mercado” (si es que algo como eso existe) como dejar a su suerte a una empresa “demasiado grande para caer”. Debería hacerlo, pero políticamente es inviable.
Es por eso que Evergrande es comparativamente una amenaza menor para los mercados financieros globales, respecto, por ejemplo, de las presiones bajistas que sobre ellos podría ejercer un retiro de los estímulos monetarios de la reserva Federal estadounidense más rápido de lo esperado.
Los medios, analistas e inversores deberían entonces estar más atentos a lo que va a pasar en la próxima reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed esta semana, que de Evergrande. El martes 22 de septiembre el banco central de Estados Unidos hará su anuncio de política monetaria y su presidente, Jerome Powell, expondrá su resumen de proyecciones económicas.
Habrá que estar muy atentos de lo que ahí se exponga, pues las decisiones de la Fed marcarán en el corto y mediano plazo el rumbo -alcista o bajista- que tomarán los mercados del planeta, mucho más que cualquier empresa china.
En suma, sin perder de vista a Evergrande, para nosotros como inversores hay asuntos más importantes que atender por el momento.
Cualquier sorpresa en el retiro más rápido o más lento del programa de “flexibilización cuantitativa” (Quantitative Easing) de la Fed favorecerá o perjudicará a las bolsas de valores, a las divisas de países emergentes, criptomonedas y en general a los activos de riesgo. Manténgase atento a nuestro canal privado de Telegram para alertas y actualizaciones a la cartera recomendada.
Eso sí: es cuestión de tiempo para que una nueva recesión mundial se presente, pues como hemos explicado a ustedes en este boletín, el sistema monetario actual está basado en dinero de papel con deuda expandiéndose sin límite, lo que provoca crisis cíclicas cada vez de mayor gravedad.
Como siempre, sólo quienes estén preparados saldrán victoriosos con ganancias, mientras todos los demás a su lado saldrán perdiendo.
La historia sin fin para quienes no se armen de verdaderos refugios de valor, de los cuales, el oro es la protección verdaderamente indestructible, insuperable. Tómelo en cuenta.