El lunes escribí sobre el repunte en la inflación que, en términos anuales, comparando cada mes con el mismo mes del año anterior, en la primera quincena de abril fue 7.72 por ciento. El dato anterior, de marzo, fue 7.45.
El martes escribí sobre el crecimiento de la economía que, en términos mensuales, comparando cada mes con el mes anterior, en febrero fue 0.0 por ciento. El dato anterior, de enero, fue 0.4.
Todo indica que la economía está en una situación de estanflación, palabra compuesta de estancamiento e inflación, situación en la cual, para decirlo de la manera más sencilla posible, lo único que crece son los precios.
En situación de estanflación estos son los resultados: (i) no crece (pudiendo decrecer) la producción de bienes y servicios; (ii) no crece (pudiendo decrecer) la creación de empleos; (iii) no crece (pudiendo decrecer) la generación de ingresos; (iv) dado que en buena medida el bienestar de las personas depende del empleo y del ingreso, menor bienestar; (v) mayor pérdida en el poder adquisitivo del dinero y, dado que en buena medida el bienestar de la gente depende del poder adquisitivo de su dinero, menor bienestar.
En situación de estanflación se reduce el bienestar de las personas y, dado que el desempeño de una economía debe medirse por el bienestar de la gente, la estanflación resulta antieconómica, pudiendo sintetizarse de la siguiente manera: menos dinero (consecuencia de menos creación de empleos y menos generación de ingresos), con menos poder adquisitivo (efecto del repunte en la inflación). Lo peor de dos mundos: el del estancamiento, el de la inflación.
La estanflación, ¿cuánto durará?
Según los resultados de la última encuesta del Banco de México sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, considerando el promedio de las 37 respuestas recibidas, este año la economía crecerá 1.76 por ciento y la inflación será 5.86 por ciento, por lo que se espera que el crecimiento repunte y la inflación ceda. Para el año que entra las cifras son: 2.08 crecimiento y 3.98 inflación. Se espera mayor crecimiento y menor inflación, lo contrario de la estanflación.
¿Estamos entrando a un periodo prolongado de estanflación, como lo fue el sexenio de De la Madrid, o se trata de una situación coyuntural? Y lo más importante, ¿cuál es el antídoto para la estanflación?
El antídoto para el estancamiento es la confianza de los empresarios, de la que dependen las inversiones directas, que producen bienes y servicios, crean empleos y generan ingresos, causas del bienestar.
El antídoto para el repunte en la inflación es evitar el excesivo crecimiento de la cantidad de dinero que se intercambia en la economía, entendiendo por excesivo el que hace que la demanda agregada sea mayor y/o crezca más que la oferta agregada.
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