Muchos autores han sido etiquetados por frases que no escribieron o pronunciaron, sino que se infieren, glosan o deducen de sus escritos. Triste es la fama, que a veces suma o resta momentos. La frase: “El fin justifica los medios” atribuida a Nicolás Maquiavelo y que ha construido el adjetivo maquiavélico para describir a alguien capaz de hacerlo todo por sus objetivos sin ningún miramiento, fue una glosa jesuita escrita mucho tiempo después y que buscaba resumir el libro “El Príncipe”. El Quijote nunca pronunció: “Los perros ladran Sancho, señal que cabalgamos” que se atribuye a un poema de Goethe, ni tampoco la frase “al bien hacer jamás le faltará premio”, que también se le carga a Cervantes. Es más, en la obra de Arthur Conan Doyle, el brillante y sagaz detective Sherlock Holmes nunca pronunció la frase: “Elemental mi querido Watson”.
Lo mismo ocurre con Mahoma. Francis Bacon, en su libro “Ensayos sobre moral y política” cuenta una fábula sobre Mahoma y escribe la frase: ‘Si la montaña no va a Mahoma, Mahoma va a la montaña’. Con ella refiere el filósofo que si algo no funciona cambiemos de estrategia, pero no de objetivo. En la toma de decisiones la situación tiene un papel importante, esencial. A veces nos priva del tiempo o de otros aliados. No podemos pensar en toma de decisiones ajenos al entendimiento de los escenarios. Sobre todo en materia política, que la forma es fondo, nos ha permitido ver que modificando la situación también podemos llevar a otros a decidir. Una política del miedo, que ensalza y aumenta el miedo, puede llevarnos a tomar decisiones específicas. Lo mismo con el sentido de urgencia, la búsqueda de paz o la descripción de la esperanza.
Recientemente la salud del Presidente fue parte de un escenario en el que muchos aprovecharon y se “montaron” en los dichos para elucubrar la gravedad del mismo, un video tumbó todos los rumores y construyó un nuevo escenario que inyecta oxigeno de cargar siempre y solo con la verdad.
En un escenario un participante tiene un rol, es decir un papel que llevar a cabo, pero la complejidad está que no necesariamente puede tener un solo rol, pueden ser varios. En Coahuila la campaña por la gubernatura va muy lenta. Los descalificativos están presentes entre los tres candidatos de la oposición, todos ellos con una formación priista. El candidato arriba en todas las encuestas es el de la alianza PRI, PAN y PRD. Y tras él, tres opositores peleándose entre ellos. Yo no me creo que quien gozaba de toda la confianza del Presidente y ocupaba la máxima tribuna del país, que ha dejado de ser el despacho o la tribuna legislativa, sino el escueto pódium de las mañaneras desde el que se describe el escenario diario. Ahora no cuente con ninguna simpatía, y se haya refugiado en un partido que a nivel nacional es aliado, pero en Coahuila fue solito a la contienda. El tigre por el PT, Guadiana por MORENA, Lenin por MC y PVEM, según se han hecho llamar en la próxima boleta a utilizar el 4 de junio en el estado, están centrados en atacarse entre sí, construyendo un escenario en el que la campaña de estructuras va a relucir.
Escenarios que se construyen, se dibujan, se preparan o se cambian. ¿no cree usted?