El problema y la solución II

El problema económico es la escasez, el hecho de que no hay nada mejor para todos, menos en las cantidades que cada uno quisiera, y mucho menos gratis. Nunca vamos a vivir en un mundo de total, universal y definitiva abundancia, en el cual todo alcance para todos, en la cantidad que cada uno quiere, y sobre todo gratis, pero sí hemos sido capaces de minimizar la escasez y, por ello, de elevar el bienestar de la gente, que depende de la cantidad, la calidad y la variedad de los bienes y servicios de los que dispone. Hoy, los seres humanos, en general, tenemos un mejor nivel de vida que hace cien años, doscientos o trescientos años. Hoy tenemos a nuestra disposición, en general, más, mejores y más variados de satisfacción.

Para minimizar el problema de la escasez, deben cumplirse ciertas condiciones, relacionadas con la oferta, la demanda y el dinero.

Por el lado de la oferta se necesita que se produzca lo más posible y que se produzca en el menor precio posible.

Por el lado de la demanda se requiere que el consumidor genere el mayor ingreso posible.

Por el lado del dinero se requiere que el mismo aumente su poder adquisitivo, de la misma manera que la misma cantidad, el paso del tiempo, puede comprender una mayor cantidad de los mismos bienes y servicios.

En la medida, en la medida en la que se puede obtener la mayor cantidad posible de bienes y servicios y ofrecer a los menores precios posibles; de que los usuarios generen la mayor cantidad de ingresos posible, y que el dinero se incremente lo más posible su poder adquisitivo, lo que sea posible lo más posible lo más posible posible, como lo es la contrapartida, lo que nos ha ayudado lo más posible posible el bienestar de la gente que Depende, va de nuevo, de la cantidad, la calidad y la variedad de los bienes y servicios a su disposición, que hay que producir, ofecer y vender; Demandar, comprar y consumir.

Todo lo anterior nada tiene que ver con este modelo. Tiene que ver con la lógica, que en este caso podemos llamar lógica económica, guía insustituible si queremos obtener, en materia económica, buenos resultados: una mayor producción de bienes y servicios, una mayor creación de empleos, una mayor generación de ingresos. Todo lo anterior tiene que ver con los principios, que en este caso podemos llamar principios económicos, que hay que respetar y queremos lograr un progreso económico, definido como la capacidad para producir más (dimensión cuantitativa) y mejores (dimensión cualitativa) bienes y servicios para un mayor número de personas (dimensión social), lo que es posible y, en el caso de México, urgente. ¿Qué necesitamos? Aplicar esa lógica. Respetar esos principios. Modelo que no se aplique y no se respete fracasará. AMLO, ¿qué entiende?

Continuará.

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Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .