Tras la guerra fría, la escuela de guerra o National War College NWC, del Ejercito de los Estados Unidos acuñó el término VUCA para describir un entorno con particulares características de volatilidad, incertidumbre (uncertainty) complejidad y ambigüedad. Esta descripción permite a cualquier organización, como lo hizo a los soldados que recibían la capacitación, anticipar problemas que modifican las condiciones de operación, entender las consecuencias de lo que se vive, comprender la interdependencia de las variables, prepararse para desafíos y alternativas y la capacidad de interpretar y aprovechar las oportunidades.
Años después, Zigmunt Bauman el genial filósofo contemporáneo detallista de la modernidad líquida en que nos encontramos, popularizó nuevamente el término, ahora VICA, para describir características evidentes en nuestro entorno, así el mundo es competitivo, ya no solo entre mismas áreas, sino ahora contra cualquier cosa o sector que se compare, así los mecanismos de atención y de decisión por un servicio o producto van más allá que el propio servicio o producto. Los restaurantes son juzgados por el tiempo que toman en llevar la cuenta y no necesariamente por la calidad, cantidad o presentación de su comida. (¿se ha fijado que el objetivo de ellos reside, según el mercado al que se dirige en alguno de esos elementos?) Los centros comerciales son juzgados por sus acciones sociales e incluso empresas son juzgadas a partir de sus objetivos de expansión.
Surge el concepto de licencia social como una aceptación que la sociedad realiza para la operación de un determinado giro u organización. Pero la sociedad ha dejado de ser aquella avecindada al local, se trata ahora de una sociedad global, con intereses, aspiraciones, pero también interpretaciones. Estamos insertos en un contexto global, como bien ha descrito y popularizado el jurista Xavier Díez de Urdanivia.
El T-MEC o tratado de libre comercio entre México, EUA y Canadá incluyó en sus postulados una serie de consideraciones de aplicación y defensa jurídica en relación al trabajo y trabajadores en los países firmantes. En México por primera vez se activó el mecanismo laboral de respuesta rápida del T-MEC en protección a los trabajadores de la empresa GM en Silao, EUA solicitó a México llevar a cabo una nueva votación entre los agremiados al sindicato que encabeza Tereso Medina para legitimar el contrato, que, según la denuncia no contiene la voluntad libre de los trabajadores.
Aunque la Secretaría del Trabajo de México ya solicitó la nueva votación, esta no se ha realizado, EUA expresa su profunda preocupación por la falta de resultados. El mundo actual se enfrenta al mundo del ayer, un mundo sindicalizado y de autonomía mal entendida.
Nuevamente se activó este mecanismo, pero ahora en Tamaulipas para resguardar los derechos de empleados de Tridonex, quienes declaran haber sido privados de sus derechos de libre asociación. Importantes retos tienen las autoridades mexicanas y en general el sindicalismo nacional ante ésta forma de presión. Tras cada petición que la Representación Comercial Estadounidense da a México la responsabilidad existente es para contestar en 10 días y dar remedio en 45 días a partir del comunicado. Los tiempos nos enfrentan y desafían, pero esto no es novedad, siempre lo han hecho y el futuro esconde en sus tiempos el reto que comprueba el aprendizaje del pasado, pero también la recreación en el presente sobre el mañana. México está inserto en un mundo así, competitivo y desafiante.