Con la intención de tranquilizar a los empresarios, nacionales y extranjeros, de quienes dependen las inversiones directas, de las que dependen la producción de bienes y servicios, la creación de empleos y la generación de ingresos, López Obrador publicó una carta en la cual presenta, en diez puntos, sus intenciones de gobierno.
De los diez puntos llama la atención el cuarto, que cito: “En términos generales, el modelo económico que proponemos es semejante al que se aplicó en el país en el periodo denominado ´Desarrollo Estabilizador´. Con esa orientación la economía mexicana creció a tasa del 7 por ciento anual, sin endeudamiento, inflación ni devaluación de la moneda. No es nuestro propósito, desde luego, revivir un modelo del pasado y aplicarlo de manera mecánica; pretendemos retomar las lógicas que funcionaron, ajustarlas a las condiciones actuales y aplicarlas con una visión distinta…”.
Según esto lo que López Obrador pretende es adoptar, adaptándolo a las circunstancias actuales, el modelo del Desarrollo Estabilizador (1958 – 1970), para lograr lo que se logró entonces: crecimiento elevado (por arriba del 6 por ciento) con inflación baja (por debajo del 3 por ciento), dejando claro, implícitamente, que no pretende adoptar, ni siquiera adaptándolo a las condiciones del momento, el modelo económico que dio como resultado la Docena Trágica, durante los sexenios de Echeverría (1970 – 1976) y López Portillo (1976 – 1982), y que desembocó, en el sexenio de De la Madrid (1982 – 1988), en el estancamiento con inflación de tres dígitos, modelo que supone ampliar y profundizar la participación del gobierno en la economía, que es precisamente lo que muchos vemos en las propuestas económicas de López Obrador: la intención de una mayor intervención del gobierno en las actividades económicas de los mexicanos.
Lo que falta es que López Obrador señale cuáles son “las lógicas” del Desarrollo Estabilizador que considera que funcionaron y que, adaptándolas a las condiciones actuales, ¡muy diferentes a las de aquel entonces!, pretende adoptar. Una de esas “lógicas” fue la sustitución de importaciones, que se venía aplicando desde finales de la Segunda Guerra Mundial, y que dio como resultado una economía cerrada a cualquier importación que compitiera con la producción nacional, con el resultado inevitable: la falta de competitividad de la producción nacional, con el impacto negativo que ello tuvo sobre el bienestar de los consumidores, mayores precios y/o menor calidad, “lógica” que, por lo menos con relación a los alimentos, López Obrador pretende revivir. Lo ha dicho muy claramente: vamos a comer lo que se produzca en México, lo cual es un error, ya que debemos comer lo que se ofrezca a menor precio, independientemente de dónde se produzca.
¿Cuáles son las “lógicas” del Desarrollo Estabilizador que López Obrador pretende adoptar y adaptar?
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