En lo que va del sexenio el tipo de cambio, que es el precio del dólar en términos de pesos, ha tenido el siguiente comportamiento, tomando como referencia el tipo de cambio FIX, un promedio que calcula diariamente el Banco de México y que se usa para liquidar operaciones cambiarias al segundo día hábil bancario de su publicación.
Este sexenio inició con el tipo de cambio en 19.62 pesos por dólar y fue el 24 de marzo de 2020 cuando, en 25.12 pesos, alcanzó el que sigue siendo el máximo histórico, lo que resultó en una depreciación de 5.50 pesos, el 28.03%.
A partir de esa fecha, con altibajos en el camino, inició una racha de apreciación que llevó al tipo de cambio, el pasado jueves 14 de marzo, a los 16.69 pesos por dólar, el mínimo tipo de cambio desde el máximo histórico, lo cual dio como resultado una apreciación de 8.43 pesos, el 33.59%.
La actual, que hasta el momento abarca del 24 de marzo de 2020 al 14 de marzo de 2024, es la mayor racha de apreciación del peso frente al dólar que registren las estadísticas: 47 meses y 21 días.
En lo que va del año este ha sido el comportamiento del tipo de cambio. Iniciamos en 16.92 pesos por dólar. El martes 23 de enero alcanzó, en 17.33 pesos por dólar, el máximo anual, lo cual dio como resultado una depreciación de 0.41 pesos, el 2.42%. A partir de entonces, con los naturales altibajos a lo largo del camino, el tipo de cambio ha mantenido una racha de apreciación, que lo llevó, el jueves 14 de marzo, a 16.69 pesos por dólar, dando como resultado una apreciación, desde el máximo anual, de 0.64 pesos, el 3.69%, y de 0.23 pesos, el 1.36%, desde el inicio del año.
En lo que va del 2024 el tipo de cambio ha promediado 17.04 pesos por dólar, con el máximo anual en 17.33 pesos y el mínimo en 16.69.
A propios y extraños les ha llamado la atención la apreciación del tipo de cambio, ya que la evidencia empírica muestra que la tendencia a mediano y largo plazo fue, hasta la más reciente racha de apreciación, que suma ya más de 47 meses, a la depreciación. El siglo XXI inició con un tipo de cambio en 9.60 pesos por dólar. El 24 de marzo de 2020 alcanzó 25.12 pesos, lo cual dio como resultado un aumento de 15.52 pesos, el 161.67%.
Perspectiva más amplia: el 31 de agosto de 1976 el tipo de cambio fue, por última vez desde el 19 de abril de 1954, 0.01250 pesos por dólar (expresado en nuevos pesos, que surgieron consecuencia de la quita de tres ceros al peso en 1993). El 24 de marzo de 2020 fue 25.12, lo que resultó en un incremento de 25.1075 pesos, el 200,860.00%.
Los datos confirman que, hasta antes de que empezara la actual racha de apreciación, la tendencia del tipo de cambio peso – dólar fue hacia la devaluación (cuando el tipo de cambio no flotaba libremente en el mercado, entre el 1 de septiembre de 1976 y el 21 de diciembre de 1994, manipulado por las autoridades), o hacia la depreciación (desde que el tipo de cambio flota libremente en el mercado cambiario, determinado por la relación entre la oferta y la demanda de la divisa estadounidense, sin manipulación de las autoridades, a partir de 22 de diciembre de 1994).
Después de 43 años, 4 meses y 24 días, del 1 de septiembre de 1976 al 24 de marzo de 2020, de tendencia a largo plazo a la devaluación o depreciación del tipo de cambio, sumamos ya 47 meses y 21 días de tendencia a la apreciación, lo cual es de llamar la atención, planteando esta pregunta: ¿por qué?
Entre el 19 de abril de 1954 y el 31 de agosto de 1976, el tipo de cambio peso – dólar se mantuvo fijo en 0.0125 pesos (expresado en nuevos pesos, que aparecieron como resultado de la quita de los tres ceros al peso en 1993). Fueron 22 años, 3 meses y 12 días de estabilidad cambiaria.
Entre el 1 de septiembre de 1976 y el 24 de marzo de 2020, el tipo de cambio aumentó de 0.0125 a 25.12 pesos por dólar, el máximo histórico hasta el momento, incremento de 25.1075 pesos, el 200,860.00%. Fueron 43 años, 4 meses y 24 días, con los naturales altibajos a lo largo del camino, de aumentos.
Del 25 de marzo de 2020 al 14 de marzo de 2024, el tipo de cambio bajó de 25.12 a 16.69 pesos por dólar, el mínimo desde el máximo histórico, reducción de 8.43 pesos, el 33.59%. Ya van 47 meses y 21 días, con los naturales altibajos en el camino, de baja en el precio del dólar, tratándose de la mayor racha de apreciación del peso frente al dólar que registran las estadísticas, lo cual llama la atención, surgiendo esta pregunta: ¿por qué?
Para responder hay que recurrir a la ciencia (sí, la economía es ciencia), entendida como la explicación de un efecto a partir de su causa, y a la teoría (sí, en economía hay teorías), entendida como una hipótesis que debe comprobarse empíricamente.
La apreciación del tipo de cambio es la baja en el precio del dólar, misma que, científicamente, se explica por medio del enunciado inverso de la ley de la oferta y la demanda (inverso porque en él la variable independiente, el precio, se vuelve la dependiente, y la dependiente, la cantidad, se vuelve la independiente: primero se mueven las cantidades, causa, y luego los precios, efecto).
Enunciado inverso de la ley de la oferta: ceteris paribus (que quiere decir: todo lo demás constante), a mayor cantidad ofrecida menor precio, y viceversa: a menor cantidad ofrecida mayor precio. Enunciado inverso de la ley de la demanda: ceteris paribus, a menor cantidad demandada menor precio, y viceversa: a mayor cantidad demandada mayor precio.
Partiendo del enunciado inverso de la ley de la oferta y la demanda, la baja en el precio del dólar se explica, ceteris paribus, o por un aumento en su cantidad ofrecida, o por una reducción en su cantidad demandada, o por un aumento en su cantidad ofrecida combinado con una reducción en su cantidad demandada. Esto es lo que la ciencia económica, en este caso el enunciado inverso de la ley de la oferta y la demanda, nos permite saber a priori.
Sabiendo lo anterior la pregunta es: ¿a cuál de las tres posibles causas que, desde la ciencia, explican la baja en el precio del dólar, se debe la misma?, pregunta que no puede responderse desde la ciencia, siendo necesaria la elaboración de una teoría, que en este caso pueden ser tres, con la presentación de hipótesis, que tendrán que comprobarse empíricamente con los datos. Teoría I: la baja en el precio del dólar se debe a un aumento en su cantidad ofrecida. Teoría II: la baja se debe a una reducción en su cantidad demandada. Teoría III: la baja se debe a un aumento en su cantidad ofrecida combinado con una reducción en su cantidad demandada.
Lo primero que debemos conocer para saber cuál teoría es la buena, es qué variables integran la oferta de dólares (por qué conceptos entran dólares el país), y qué variables integran su demanda (por qué conceptos salen).
Para responder la pregunta por las causas de la apreciación del peso frente al dólar hay que saber qué variables determinan la oferta y la demanda de dólares, teniendo en cuenta el enunciado inverso de la ley de la oferta y la demanda.
Oferta: exportaciones de producto mexicanos (salen mercancías y entran dólares); remesas que mexicanos que viven en el extranjero mandan a México (entran dólares); inversiones de extranjeros en México, ya sean financieras, ya directas (entran dólares); repatriación de capitales, invertidos en el extranjero, hacia México (entran dólares); préstamos de extranjeros a México (entran dólares).
Demanda: importaciones de producto extranjeros (salen dólares y entran mercancías); remesas que extranjeros que viven en México mandan a sus países (salen dólares): inversiones de mexicanos en el extranjero (salen dólares); expatriación de capitales, invertidos en México, hacia otros países (salen dólares); préstamos de mexicanos a otros países (salen dólares).
Para que el tipo de cambio baje, para que el peso se aprecie frente al dólar, las exportaciones de productos mexicanos (entrada de dólares), deben ser mayores que las importaciones de productos extranjeros (salida de dólares), y/o las remeses que entran a México (entrada de dólares), deben ser mayores que las que salen (salida de dólares), y/o los préstamos de extranjeros a mexicanos (entrada de dólares), debe ser mayores que los préstamos de mexicanos a extranjeros (salida de dólares), y/o la repatriación de capitales (entrada de dólares), debe ser mayor que su expatriación (salida de dólares).
En pocas palabras: la entrada de dólares, siempre y cuando se convierta en oferta de dólares en el mercado cambiario nacional, debe ser mayor que su salida, siempre y cuando provenga de demanda de dólares en el mercado cambiario nacional. Lo que determina el comportamiento del tipo de cambio es la relación entre la oferta y la demanda de dólares, que no tiene que ser igual a su entrada y salida. Lo explico.
Supongamos, para empezar, que me contratan para dar una conferencia en los Estados Unidos y que me pagan 5 mil dólares. Al regresar a México entran al país 5 mil dólares, pero si no los cambio a pesos, si nos lo ofrezco a cambio de pesos en el mercado cambiario nacional, esa entrada de dólares no se convierte en oferta de dólares, por lo que no influye en el compartimento del tipo de cambio. Hay entrada de dólares pero no oferta.
Supongamos, para terminar, que me voy un fin de semana a los Estados Unidos, para lo cual necesito dólares. Si dispongo de los 5 mil que me pagaron por la conferencia, y que no cambie por pesos, entonces salen del país 5 mil dólares, pero como no fui a una casa de cambios o a un banco a comprarlos no hubo demanda de dólares. Esa salida de dólares no implicó, previamente, demanda de dólares, por lo que no influyó en el compartimento del tipo de cambio. Hubo salida de dólares pero no demanda.
Lo que determina al tipo de cambio no es la relación entre la entrada y la salida de dólares, sino la relación entre la oferta y la demanda de la divisa estadounidense (dicho sea de paso: divisa es cualquier dinero extranjero distinto al propio).
Dicho todo lo anterior, ¿a qué se debe la apreciación del peso frente al dólar?
Lo que determina al tipo de cambio es la relación entre oferta y demanda de dólares, oferta compuesta por exportaciones, remesas que entran al país, inversiones de extranjeros en México, repatriación de capitales, préstamos de extranjeros; demanda compuesta por importaciones, remesas que salen del país, inversiones de mexicanos en el extranjero, expatriación de capitales, préstamos a extranjeros.
Para que el tipo de cambio se aprecie, para que baje el precio del dólar, como está sucediendo en México, se requiere que la oferta de dólares sea mayor que su demanda, para lo cual se requiere que las exportaciones sean mayores que las importaciones, y/o que las remeses que entran sean mayores que las que salen, y/o que los préstamos de extranjeros sean mayores que los préstamos a extranjeros, y/o que la repatriación de capitales sea mayor que la expatriación. Tomando en cuenta todo esto, ¿a qué se debe la apreciación del peso frente al dólar?
Una variable clave es la diferencia de tasas de interés entre México y Estados Unidos (diferencia que mide lo que se conoce como riesgo país: cuánto más deben redituar las inversiones financieras en México para que se invierta en México y no en Estados Unidos).
En Estados Unidos la tasa de interés de referencia, que determina la Reserva Federal (el banco central estadunidense), está en un rango entre 5.25% y el 5.50%. En México la tasa de interés e referencia, la Tasa de Interés Interbancaria, es 11.25%, 5.75 puntos porcentuales mayor que la estadounidense, el 104.55%.
En México la tasa de los Cetes a 28 días es 10.99%. El equivalente en los Estados Unido, la Tasa de los Bonos del Tesoro a cuatro semanas, es 5.22%. La diferencia es de 5.77 puntos porcentuales, el 110.54%.
Este diferencial, a favor de México, en las tasas de interés, que hace más atractivo invertir financieramente en México que en los Estados Unidos, lo cual atrae dólares hacia la economía mexicana, es una de las causas de la apreciación del peso frente al dólar, consecuencia de lo que se llama política monetaria restrictiva, consistente en mantener la tasa de interés de referencia alta, con el fin de contener el repunte en la inflación (véase: https://www.razon.com.mx/opinion/columnas/arturo-damm-arnal/bajar-tii-568602), lo cual, para el caso de México, plantea esta pregunta: ¿qué pasará cuando las autoridades monetarias decidan bajar la TII (que entre el 24 de junio de 2021 y el 11 de febrero de 2024 aumentó de 4.00% a 11.255), e iniciar una etapa a la baja, de política monetaria permisiva, algo que pudo haber sucedido ayer, ya que ayer se reunió la junta de gobierno del Banco de México para decidir sobre el tema, decisión que, al momento de escribir estas líneas, todavía no se conocía?
Buena parte de la respuesta dependerá de qué haga la Reserva Federal con su tasa de interés de referencia, porque lo que importa no es el nivel de la TII, sino el diferencial entre ésta y la tasa de referencia estadounidense. La próxima reunión de la Reserva Federal será el 30 de abril.
Por lo pronto, según el promedio de las 41 respuestas recibidas por el Banco de México en su encuesta de febrero a los economistas del sector privado, terminaremos este año y el que entra con un tipo de cambio de 18.33 y 18.99 pesos por dólar. Según esto, la apreciación no continuará.