La balanza comercial de un país puede tener uno de tres resultados: equilibrio, exportaciones iguales a importaciones; superávit, exportaciones mayores que importaciones; déficit, exportaciones menores que importaciones.
Si uno pregunta cuál de los tres resultados es el conveniente, por lo general la respuesta es “Superávit”. País que registra un superávit en su balanza comercial es considerado, por muchos, un país ganador, razón por la cual país que registra déficit es considerado perdedor. Tal es la postura de Trump.
La balanza comercial de los Estados Unidos con México ha sido, prácticamente desde la entrada en vigor del TLC, deficitaria: es más lo que los estadounidenses nos han comprado a los mexicanos que lo que los mexicanos les hemos comprado a los estadounidenses. Este resultado de la balanza comercial de los Estados Unidos con México es, para quienes creen que el resultado de la misma debe el superávit, comenzando por Trump, la muestra de que, con el comercio internacional, los mexicanos hemos ganado y los estadounidenses perdido. ¿Están en lo cierto? No.
El problema económico es la escasez: no todo alcanza para todos, menos en las cantidades que cada uno quisiera, y mucho menos gratis. Para minimizarlo se requiere que la oferta de bienes y servicios sea la mayor posible. ¿Con cuál resultado en la balanza comercial se logra tal objetivo? Hagamos cuentas.
La oferta de bienes y servicios en un país, la oferta agregada (OA), es el resultado de la producción interna (PI), más las importaciones (IM), menos las exportaciones (EX). OA = PI + IM – EX. Supongamos una PI de $1000, y comparemos la OA con equilibrio, superávit y déficit en la balanza comercial. Equilibrio: IM = $100, EX = $100. OA = $1000 + $100 – $100 = $1000. Superávit: IM = $100, EX = $200. OA = $1000 + $100 – $200 = $900. Déficit: IM = $200, EX = $100. OA = $1000 + $200 – $100 = $1,100. ¿Con cuál opción la OA resulta mayor y la escasez menor? Déficit.
Si el reto es en minimizar la escasez lo que conviene en la balanza comercial no es el equilibrio, mucho menos el superávit, sino el déficit. Este es el resultado ganador, ¡no el superávit!, como opina Trump.
El que la balanza comercial resulte deficitaria ($100 en el ejemplo) quiere decir que con lo que se exporta ($100) no alcanza para pagar todo lo que se importa ($200), por lo que habrá que recurrir a otra fuente de divisas, distinta de las exportaciones, para financiar el déficit. ¿Cuáles? Remesas, inversión extranjera, préstamos o repatriación de capitales, aprovechando el ahorro generado en otros países. De estas otras fuentes de divisas, distintas de las exportaciones, ¿cuál es la que más conviene para financiar el déficit en la balanza comercial? La inversión extranjera, sobre todo si es directa, porque con ella se consigue, no solo divisas, sino producción de bienes y servicios, creación de empleos y generación de ingresos.
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