Supongamos que me contratan para dar una conferencia en Estados Unidos y me pagan mil dólares. Regreso al país y voy al banco a cambiarlos por pesos. Obtengo pesos y el banco mil dólares. ¿Qué puede hacer con ellos? Venderlos a quienes los demanden o exportarlos, es decir, mandarlos a un corresponsal extranjero, que puede ser una filial del grupo, a cambio de pesos.
¿Qué sucede si el banco no vende o no exporta todos los dólares? Que mientras no se deshaga del sobrante no comprará más, lo cual afecta a quienes, por el envío de remesas reciben dólares en efectivo y necesitan cambiarlos por pesos en el banco. Dado que el banco tiene excedentes de dólares no estará dispuesto a comprarlos. Para evitar esto último y beneficiar a quienes reciben remesas en dólares en efectivo, y tienen que cambiarlos a pesos, se pretende reformar la Ley del Banco de México para obligarlo a comprar los sobrantes de dólares de los bancos, lo que, en los casos en los que el origen de eso dólares es legal, no ocasionaría problemas, más allá del desequilibrio en el balance del banco central: las reservas forman parte de sus activos y un aumento en estos debe compensarse con un incremento en los pasivos, lo cual puede complicar la tarea prioritaria del banco central, “procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional”.
¿Qué puede pasar si el origen de los dólares sobrantes, que el Banco de México tiene que comprarles a los bancos, es ilegal, por ejemplo, producto del narcotráfico?
Supongamos que soy narcotraficante, recibo mil dólares por venta de droga, voy al banco y, burlando los controles contra el lavado de dinero, los cambio por pesos. Yo tengo pesos y el banco mil dólares. Supongamos que por venta y/o exportación el banco de deshace de quinientos dólares, sobrándole quinientos, por lo cual limita su compra de dólares, afectando a quienes, recibiendo remeses en efectivo, necesiten cambiar dólares por pesos. En tal caso el Banco de México estaría obligado a comprar los dólares sobrantes e incorporarlos a sus reservas internacionales.
¿Qué pasa si se descubre que parte de los dólares de las reservas del Banco de México provienen del narcotráfico? Que el banco central sería cómplice de lavado de dinero, con todas las consecuencias que ello traería consigo (por ejemplo: congelamiento de las reservas invertidas en Bonos del Tesoro estadounidense).
La intención de quienes pretenden imponer al Banco de México la obligación de comprar los dólares sobrantes de los bancos es que estos puedan, en todo momento, comprar los dólares producto de las remeses en efectivo, que representan solo el 1.5 por ciento del envío total de remesas. El 98.5 entra de manera electrónica directamente por el sistema financiero.
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