Tres asuntos relacionados con el Banco de México.
Primero: la inflación no cede y se encuentra lejos de la meta, tres por ciento más menos un punto porcentual de margen de error. Fue en noviembre pasado cuando la inflación se ubicó, por primera vez desde abril de 2001, por arriba del siete por ciento. Noviembre 7.37, diciembre 7.36, enero 7.07, febrero 7.28, primera quincena de marzo 7.29 por ciento, 4.29 puntos porcentuales por arriba de la meta puntual de tres por ciento, equivalentes a 143.0 por ciento. ¿Qué tan eficaz ha sido el Banco de México para cumplir la meta que él mismo fijó?
Segundo: en el último Anuncio de Política Monetaria no se hace referencia, al analizar las causas del repunte en la inflación, a la cantidad de dinero que se intercambia en la economía, como si no tuviera nada que ver con el aumento del Índice Nacional de Precios al Consumidor, con el cual se mide la inflación (véase: https://www.razon.com.mx/opinion/columnas/arturo-damm-arnal/cantidad-dinero-471130). Entre los riesgos al alza que ven las autoridades monetarias están: i) persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados; ii) presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia; iii) mayores presiones en los precios agropecuarios y energéticos por el reciente conflicto geopolítico; iv) depreciación cambiaria; y v) presiones de costos”. Traducción: los precios suben porque lo precios suben, lo cual no explica nada. Ni por asomo se habla de la cantidad de dinero que se intercambia en la economía, lo cual resulta, por decir lo menos, en un análisis incompleto. ¿Por qué?
Tercero, relacionado con la filtración, primero de Ramírez de la O y luego de AMLO, del aumento en la tasa de referencia: leemos, en el artículo 45 de la Ley del Banco de México, que “el Secretario y el Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, podrán asistir con voz, pero sin voto, a las sesiones de la Junta de Gobierno”, y que “quienes asistan a las sesiones deberán guardar confidencialidad respecto de los asuntos que se traten en ellas, salvo autorización expresa de la Junta de Gobierno para hacer alguna comunicación”. El secretario de Hacienda, Ramírez de la O, asistió a la sesión de la Junta de Gobierno, se enteró de la decisión de aumentar la tasa de referencia y, sin autorización expresa de la Junta de Gobierno, se lo comunicó a AMLO, quien lo comentó en La Mañanera. Más allá del tema de la filtración, y de la sanción que debería aplicársele a Ramírez de la O y a AMLO por haber filtrado la información, el error está en que funcionarios de Hacienda puedan participar en las reuniones de la Junta de Gobierno del banco central, aunque solo tengan voz sin no voto, participación de funcionarios del Poder Ejecutivo que no va con el espíritu de la autonomía del banco central.
E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx
Twitter: @ArturoDammArnal