El ahorro, el ingreso que no se destina a la compra de bienes y servicios para consumo final, pudiendo utilizarse para financiar inversión directa (que produce bienes y servicios, crea empleos, genera ingresos), es el primer paso por el camino del progreso económico, definido como la capacidad para producir más y mejores bienes y servicios para un mayor número de gente.
Ceteris paribus, si el ahorro permanece constante la producción y oferta de bienes y servicios permanecerá constante; si disminuye disminuirá; si aumenta aumentará. Ceteris paribus, si la producción y oferta de bienes y servicios permanece constante el bienestar de la gente permanecerá constante; si disminuye disminuirá; si aumenta aumentará. Por lo tanto, ceteris paribus, si el ahorro permanece constante el bienestar de la gente permanecerá constante; si disminuye disminuirá; si aumenta aumentará.
Si el objetivo debe ser aumentar el bienestar de la gente, entonces debe aumentar la producción y oferta de bienes y servicios, para lo cual debe incrementarse la inversión directa, para lo cual resulta indispensable que aumente el ahorro, del que provienen los recursos financiar tales inversiones. ¿Cuál es el primer paso para conseguir mayor bienestar? Ahorrar más.
EL INEGI ha publicado el Indicador Trimestral del Ahorro Bruto (ITAB), que “representa la parte del ingreso disponible que no se gasta ni en bienes ni en servicios de consumo final, permitiendo con estos recursos la adquisición de activos por parte de los agentes económicos”, activos que pueden destinarse, entre otros usos, por medio de inversiones directas, a la producción de bienes y servicios, la creación de empleos, a la generación de ingresos. ¿Cómo andamos en México en materia de ahorro bruto (AB)?
En 2017 el AB sumó 5,038,478,000,000 de pesos, equivalentes al 23.1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), de los cuales 4,673,447,000,000, el 92.8 por ciento, procedieron de la economía mexicana, y los restantes 365,031,000,000, 7.2 por ciento, del resto del mundo. El resultado del año pasado, ¿fue bueno o malo? Comparemos.
En 2012, último año del gobierno de Calderón, el AB equivalió al 23.9 por ciento del PIB. A lo largo de los primeros cinco años de la administración de Peña estos fueron los resultados: 2013, 22.5; 2014, 21.9; 2015, 23.3; 2016, 23.8; 2016, 23.1 por ciento. En ninguno de los cinco primeros años del gobierno Peña se alcanzó, como porcentaje del PIB, el nivel de AB que se tuvo en el último año del sexenio calderonista. Durante los primes cinco años del sexenio de Calderón el AB, como porcentaje del PIB, promedió 23.2. A lo largo de los primes cinco años del sexenio de Peña el promedio fue 22.9 por ciento.
Si bien no ha habido una caída importante en el AB, lo que preocupa es que no ha habido un aumento en el mismo.
E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx
Twitter: @ArturoDammArnal