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Inflación

Esta fue la inflación anual en los seis años del primer piso de la 4T. 2019: 2.83%. 2020: 3.15%. 2021: 7.36%. 2022: 7.82%. 2023: 4.66%. 2024: 4.21%. La menor inflación se registró en abril de 2020, 2.15%. La mayor en septiembre y octubre de 2022, 8.70%.

La inflación tuvo, entre 2019 y 2024, tres etapas, claramente diferenciadas. La primera, de enero de 2019 a abril de 2020, durante la cual bajó de 4.37% a 2.15%, reducción de 2.22 punto porcentuales, el 50.80%. La segunda, de abril de 2020 a septiembre y octubre de 2022, a lo largo de la cual subió de 2.15% a 8.70%, incremento de 6.55 puntos porcentuales, el 304.65%. La tercera, de octubre de 2022 a diciembre de 2024, durante la cual bajó de 8.70% a 4.21%, una reducción de 4.49 puntos porcentuales, el 51.61%.

Esta fue la inflación promedio anual en los cuatro sexenios que van del siglo XXI. VFQ, 2000-2006, 4.44%. FCH, 2007-2012, 4.28%. EPN, 2013-2018, 4.19%. AMLO, 2019-2024, 5.01%. Después de tres sexenios con inflación a la baja, en el de AMLO repuntó. La inflación promedio sexenal, del gobierno de VFQ a EPN, fue 4.30%. La inflación promedio anual en el sexenio de AMLO fue 5.01%, 0.71 puntos porcentuales mayor, el 16.51%.

Hay que tener en cuenta que el Banco de México tiene una meta puntual de inflación del 3%, más menos un punto porcentual de margen de error (margen amplísimo: del 33.33%), por lo que la mínima inflación aceptable es 2% y la máxima 4%, meta que ha sido la excepción, no la regla. De los 72 meses del primer piso de la 4T, del 2019 al 2024, únicamente en 5, el 6.94%, la inflación se ubicó en 3% o por debajo, con promedio de 2.76%. Solamente en 19, el 26.39%, se ubicó por debajo del 4%, con promedio de 3.29%. En los restantes 53 meses, el 73.61% del total, la inflación resultó mayor al 4%, con promedio de 5.83%.

Sumamos ya 46 meses consecutivos, de marzo de 2021 a diciembre de 2024, con la inflación por arriba del 4%, 6.01% en promedio, 3.01 puntos porcentuales por arriba de la meta puntual (3%), el 100.33%, y 2.01 puntos porcentuales por arriba de la máxima aceptable (4%), el 50.25%. ¡Tanto por la eficacia de la política monetaria del Banco de México!

Según el Banco de México (véase el Anuncio de Política Monetaria del 19 de diciembre pasado), será en el primer trimestre de 2025 cuando la inflación se ubique dentro de los márgenes de la meta (2% a 4%), en 3.80%. ¿Le creemos a la Junta de Gobierno del banco central? Para responder tengamos en cuenta que en el Anuncio de Política Monetaria del 8 de agosto de 2021 (en febrero de ese año la inflación fue 3.76%, dentro de los márgenes de la meta, 2% a 4%, y en julio ya había repuntado a 5.81%, muy por arriba de la máxima aceptable, 4%), se nos informó que sería en el segundo trimestre de 2022 cuando la inflación volvería a ubicarse dentro de los márgenes de la meta, por debajo del 4%, en 3.9%. A diciembre pasado, once trimestres después, la inflación seguía por arriba del 4% (4.21%). ¡Tanto por la precisión de los pronósticos del Banco de México!

La inflación es la pérdida en el poder adquisitivo de nuestro dinero, y si el trabajo se paga con dinero también es la pérdida en el poder adquisitivo de nuestro trabajo, una violación al derecho de propiedad privada, una injusticia. La inflación tiene una dimensión económica (relacionada con la eficacia), y también una ética (relacionada con la justicia).

Esta fue la inflación anual en los seis años del primer piso de la 4T. 2019: 2.83%. 2020: 3.15%. 2021: 7.36%. 2022: 7.82%. 2023: 4.66%. 2024: 4.21%. Promedio anual: 5.01% (4.44% con VFQ, 4.28% con FCH, 4.19% con EPN), por arriba de la meta del Banco de México, 3% más menos un punto porcentual del margen de error, por lo que la mínima aceptable es 2% y la máxima 4%.

¿Qué se espera para el futuro? Según el promedio de las 41 respuestas recibidas por el Banco de México en la encuesta de diciembre a los economistas del sector privado, en 2025 la inflación será 3.86% (4.60% según el pronóstico más pesimista, 3.28% según el más optimista); en 2026 será 3.73% (4.49% según el más pesimista, 3.20% según el más optimista); en 2027 será 3.68% (4.02% según el más pesimista, 3.19% según el más optimista). De cumplirse la expectativa promedio, en los tres primeros años del segundo piso de la 4T la inflación se ubicará dentro de los márgenes de la meta del banco central, entre 2% y 4%: 3.86% en 2025, 3.28% en 2026, 3.73% en 2027, lo cual daría como resultado un promedio de 3.62%. El promedio de los tres primeros años del primer piso de la 4T fue 4.45%.

La inflación, o es permitida, o provocada, o permitida y provocada, por el banco central (véase: https://www.razon.com.mx/opinion/2022/08/18/inflacion-exceso-de-dinero/), cuya responsabilidad en la materia es innegable. Leyendo los reportes de inflación del Banco de México da la impresión de que la misma es algo que “nos sucede”, como una epidemia o un terremoto, imprevisible e inevitable, y no algo que, o permitió y/o provocó el banco central, sin olvidar que el Banco de México tiene una meta de inflación del 3%, lo cual quiere decir que tendrá que hacer, lo que tenga que hacer, para lograr y mantener la inflación del 3%, no menor al 2% y no mayor al 4%, lo cual es económicamente ineficaz y éticamente injusto.

Mientras el Banco de México sea autónomo, y el Gobierno Federal no pueda obligarlo a producir dinero y dárselo para que lo gaste, la responsabilidad por la inflación no es del gobierno, como algunos creen, sino del banco central. En todo caso el gobierno puede generar presiones inflacionarias (por ejemplo: aumentando el precio de los combustibles o imponiendo aumentos al salario mínimo), pero si el banco central no respalda esas presiones con un incremento de la cantidad de dinero que se intercambia, es decir, que se utiliza para demandar bienes y servicios, esas presiones inflacionarias no se traducirán en inflación, es decir, en un aumento en el Índice Nacional de Precios al Consumidor, (véase: https://www.razon.com.mx/opinion/2022/02/15/la-cantidad-de-dinero/).

Los datos de inflación, sobre todo el que sumemos 46 meses consecutivos con la inflación por arriba del 4% (6.01% en promedio), la máxima aceptable según la meta del Banco de México, muestran la poca eficacia del banco central para conseguir y mantener la meta que él mismo se ha fijado.

Pero el problema de fondo no es la ineficacia del banco central para lograr la meta, sino el hecho de tener una meta de inflación, de estar a favor de la pérdida del poder adquisitivo del dinero (lo cual supone una ineficacia económica), y del trabajo (lo cual implica una injusticia ética)

En materia de inflación el principal problema no es la ineficacia del Banco de México para lograr la meta de inflación que se ha fijado (3%, +/- un punto porcentual de margen de error), sino el tenerla y estar favor de la pérdida del poder adquisitivo del dinero y del trabajo (si el trabajo se paga con dinero, y el dinero pierde poder adquisitivo, lo que lo pierde es el trabajo), lo cual tiene implicaciones económicas (la inflación reduce el bienestar), y éticas (viola el derecho de propiedad).

En economía es eficaz lo que aumenta el bienestar de la gente, que depende de la cantidad, calidad y variedad de los bienes y servicios de los que dispone para satisfacer sus necesidades, la mayoría de los cuales hay que comprar, para lo cual hay que pagar precios, que conviene que no suban (lo ideal es que bajen). Esta es la razón por la cual la inflación, que es el alza de la mayoría de los precios (véase: https://www.razon.com.mx/opinion/2024/12/11/que-es-la-inflacion/), es económicamente ineficaz.

En ética es justo lo que respeta los derechos de la personas, incluido el derecho de propiedad al producto íntegro de su trabajo, del que se deriva el derecho de propiedad al poder adquisitivo íntegro de su trabajo, y por ello de su dinero, derecho que quien permite y/o provoca la inflación, en nuestro caso el Banco de México, viola impunemente, sin consecuencias de ningún tipo: sin imposición de castigo y sin obligación de resarcir. Esta es la razón por la cual la inflación, que es la pérdida en el poder adquisitivo del dinero y del trabajo, es injusta (véase: https://www.razon.com.mx/opinion/2023/01/26/inflacion-injusticia-y-delito/).

Que el Banco de México, como muchos otros bancos centrales (mal de muchos consuelo de idiotas), tenga meta de inflación (debiendo mantenerla entre 2% y 4%), quiere decir que está a favor de la pérdida en el poder adquisitivo de nuestro dinero (ojo: nuestro), y nuestro trabajo (ojo: trabajo), lo cual implica estar a favor de la peor de las tres posibilidades en torno al poder adquisitivo del dinero y el trabajo. (I) Que se recupere: que con la misma cantidad de dinero, al paso del tiempo, se pueda comprar una mayor cantidad de los mismos bienes y servicios. (II) Que se mantenga: que con la misma cantidad de dinero, pasando el tiempo, pueda comprarse la misma cantidad de los mismos bienes y servicios. (III) Que se pierda: que con la misma cantidad de dinero, al paso del tiempo, se pueda comprar una menor cantidad de los mismos bienes y servicios.

La primera opción (deflación), implica mayor eficacia económica (aumenta el bienestar), y justicia ética (se respeta el derecho de propiedad). La segunda (estabilidad), supone igual eficacia económica (se mantiene el bienestar), y justicia ética (se respeta el derecho de propiedad). La tercera (inflación), implica ineficacia económica (se reduce el bienestar), e injusticia ética (se viola el derecho de propiedad). Desde este doble punto de vista, eficacia económica y justicia ética, ¿cuál es la peor opción? La tercera, la inflación, que reduce el bienestar y viola derechos. Y esa, la peor de las tres, es la que ha elegido el Banco de México, malo, y la que la mayoría, por ignorancia, acepta sin rechistar, peor.

Sirvan estas reflexiones, que son un grano de arena, para ayudar a superar esa ignorancia.

E-mail: arturodamm57@gmail.com

Twitter: @ArturoDammArnal

Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .