El mercado bursátil se encuentra en fase de burbuja especulativa, que continuará inflándose mientras se sigan registrando buenos datos y sólidas expectativas de aumentos en los ingresos y ganancias del gigante de los microprocesadores Nvidia, en particular, y en general de las llamadas “siete magníficas”, que están arrasando en bolsa.
Sabíamos que el miércoles se iba a poner bueno, a la espera del reporte de resultados de esa empresa del Nasdaq, pero sus acciones experimentaron una mayor subida de lo esperado. Tan sólo en esa jornada ganaron más del 15 por ciento, o sea 277,000 millones de dólares, un récord histórico para la Bolsa.
Como informó la tecnológica, 2023 fue un año récord, pues multiplicó por 6 sus ganancias netas gracias al avance de la inteligencia artificial.
Sus ingresos el año pasado crecieron un 126 por ciento a 60,922 millones de dólares, el beneficio se elevó un 581 por ciento hasta 29,760 millones, mientras que en bolsa escaló un 239 por ciento. Y en lo que va de 2024, su acción suma ya un alza de casi el 50 por ciento.
Espectaculares números –que detonan su capitalización de mercado a poco menos de los 2 billones de dólares– y mejores previsiones de analistas –que aún no le ponen techo–, así que no es de extrañar que Nvidia esté disparando al alza tanto sus acciones como al mercado bursátil en general, que se sigue inflando cual burbuja.
Para el influyente banco Goldman Sachs, la acción de Nvidia es la más importante del mundo dado su papel protagónico en el sector de la inteligencia artificial y por su influencia en los índices de Wall Street, junto con las otras seis “magníficas”: Apple, Microsoft, Alphabet, Meta (Facebook), Amazon y Tesla, todas grandes tecnológicas que el año anterior acumularon enormes subidas de cotización.
Económicamente hablando, estas empresas son “países” en sí mismas. Son tan grandes sus valores de capitalización que superan a las economías de Japón, Francia, Reino Unido y México juntos.
Le hablo de cifras difíciles de imaginar. Y todo sugiere que el dominio del mercado bursátil por parte de las “siete magníficas” proseguirá en el futuro inmediato.
¡Precaución!
Ahora bien. Incluso, los resultados del gigante de los microprocesadores ayudaron a superar el efecto negativo de las minutas de la reunión de enero del Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal de Estados Unidos, cuando “la mayoría de los participantes señalaron los riesgos de ir demasiado aprisa en la relajación de la política monetaria”.
Mientras las circunstancias actuales se mantengan, es muy probable que el banco central más importante del mundo prefiera no moverle a las tasas de interés, es decir que bajo condiciones laxas en el mercado va a optar por continuar con una política más o menos restrictiva como hasta hoy.
Claro, a menos que ocurra una crisis bancaria –que no se descarta–, como la registrada en marzo del año pasado, pues podría llevar a que la Fed recorte los tipos de interés.
De no ser así, lo previsible es que la fiesta continúe en los mercados, gracias también, entre otras cosas, a los estímulos al gasto público en la economía por ser este año electoral en Estados Unidos (al igual que en México).
Esto llevaría a la Fed a no tocar las tasas de interés y, en consecuencia, a seguir inflando la burbuja especulativa, que a la postre, como todas las burbujas financieras, incluida la del “superpeso” mexicano, terminará por reventar.
Pero hasta entonces habrá que subirse a la ola para aprovechar estos momentos alcistas, porque sería también un error no capitalizarlos en nuestro beneficio sólo por miedo.
Eso sí, hay que ir avanzando con precaución, porque eventualmente, conforme pase el tiempo, cada vez más nos acercaremos al punto en que esa burbuja se desinfle.