Ya tenemos algunos datos para ir respondiendo a la pregunta ¿cómo nos fue en 2022 en materia económica? Unos tienen que ver con la balanza comercial, en la cual se registran las exportaciones, las importaciones y el saldo final, comercio exterior que, para un país enganchado a la globalización, como México, es importante.

Lo primero que hay que tener en cuenta, a la hora de analizar la balanza comercial, y en contra de la opinión general, es que en materia de comercio exterior lo que importa es importar, no exportar, por una razón muy sencilla: con lo que exportamos satisfacen sus necesidades los extranjeros, con lo que importamos las satisfacemos nosotros. En todo caso las exportaciones son uno de los medios para obtener los dólares con los que pagar las importaciones, de tal manera que estas son el fin y aquellas el medio del comercio exterior.

Lo segundo que hay que tener en cuenta, también en contra de la opinión general, es que el resultado deseable en materia de balanza comercial no es el superávit, más exportaciones que importaciones, sino el déficit, más importaciones que exportaciones, porque al comprarle a los extranjeros más de lo que les vedemos (al entrar más mercancías de las que salen), se maximiza la disponibilidad de bienes en el mercado interno, condición necesaria para minimizar la escasez y maximizar el bienestar (otro asunto es cómo financiar el déficit comercial).

¿Cómo nos fue en materia de comercio exterior en 2022?

En 2021 las exportaciones sumaron 494,224.5 millones de dólares; la suma de las importaciones fue 505,715.6 millones; el resultado de la balanza comercial fue un déficit de 11,491.1 millones.

En 2020 la suma de las exportaciones fue 578,193.4 millones de dólares, 83,965.9 millones más que en 2021, el 17.00 por ciento; las importaciones sumaron 604,614.6 millones de dólares, 98,899 millones más que en 2021, el 19.56 por ciento; la balanza comercial resultó deficitaria por 26,421.2 millones.

En comparación interanual, comparando 2022 con 2021, el resultado del comercio exterior de 2022 fue mejor que el de 2021. Sin embargo, en comparación intermensual, comparando los meses de 2022, se nota una tendencia preocupante.

Fue en septiembre cuando se alcanzó, en materia de exportaciones mensuales, el máximo anual de 2022, con 52,338.0 millones de dólares, y el resultado fue deficitario por 895.4 millones. En diciembre la cifra fue 49,323.0 millones, 3,015 millones menos, el 5.76 por ciento, y el resultado fue superavitario por 63.1 millones.

Fue en agosto cuando se logró, en lo referente a importaciones mensuales, el máximo anual de 2022, con 56,168.2 millones de dólares, y el resultado fue un déficit de 5,498.2 millones. En diciembre la cantidad fue 48,339.0 millones, 7,829.2 millones menos, el 13.94 por ciento, y el resultado fue el superávit de 63.1 millones mencionado en el párrafo anterior.

Si aceptamos que son más importantes las importaciones que las exportaciones, y que lo correcto en materia de balanza comercial es el déficit, no el superávit, entonces la evolución del comercio exterior mexicano a partir de septiembre resulta preocupante: (i) contracción tanto de exportaciones como importaciones; (ii) mayor contracción de importaciones que de exportaciones; (iii) paso del déficit al superávit, tres malas noticias.

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