Trato justo

Lo que quiere Trump de la renegociación del TLC es un trato justo para los Estados Unidos, por considerar que el mismo es el peor tratado comercial jamás firmado por gobierno estadounidense alguno, y muestra de ello, en la visión mercantilista de Trump, es el déficit comercial de Estados Unidos con México y, por lo tanto, el superávit comercial de México con los Estados Unidos.

En la lógica de Trump un trato justo en materia del comercio entre mexicanos y estadounidenses sería aquel que diera como resultado una balanza comercial superavitaria para los Estados Unidos, lo cual implicaría una balanza comercial deficitaria para México, momento en el cual, siguiendo la lógica de Trump, México debería denunciar la injustica cometida, que se corrige si el déficit mexicano se convierte en superávit, para lo cual el superávit estadunidense debe convertirse en déficit, momento en el cual Trump denunciaría lo injusto de dicha situación, y así hasta el infinito.

¿Qué supone, en materia del comercio internacional, que no es comercio entre naciones sino entre personas de distinta nacionalidad, un trato justo? Lo primero que hay que tener en cuenta, para responder correctamente, es que la justicia consiste en el respeto a los derechos de los demás, de tal manera que la primera respuesta a la pregunta es: que cada una de las partes involucrada en el intercambio, por un lado el comprador (que en este caso sería un importador) y por el otro el vendedor (que en este caso sería un exportador), respete los derechos de su contraparte o, dicho de otra manera, que cumpla con su obligación: que el exportador entregue en tiempo y forma la mercancía vendida y que el importador pague en tiempo y forma la mercancía comprada.

En materia de comercio, ya sea internacional (entre personas de distinta nacionalidad), ya sea intranacional (entre personas de la misma nacionalidad), el trato justo se da entre quienes comercian y la tarea del gobierno no es intervenir en los términos en los que el intercambio se lleva a cabo, mucho menos prohibirlo o condicionarlo, sino garantizar que cada una de las partes cumpla, en tiempo y forma, con las obligaciones contraídas o, dicho de otra manera, asegurar que se respeten los derechos de las partes involucradas. A todo esto se le llama Estado de Derecho.

Tomando en cuenta lo anterior podemos afirmar que el comercio entre mexicanos y estadounidenses, independientemente del resultado en las balanzas comerciales de los dos países, es justo, ya que las partes cumplen con sus obligaciones, y la muestra es que mexicanos y estadounidense seguimos comerciando. La noción de Trump con relación a la justicia en el comercio internacional es equivocada. Es por ello que, en materia de la renegociación del TLC, no se está llegando a ningún lado, mucho menos a un comercio más libre entre mexicanos y estadounidenses.

E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx

Twitter: @ArturoDammArnal

Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .