Aceptado: desde el punto de vista político y diplomático el acuerdo bilateral al que llegaron, en el marco de la renegociación del TLC, los gobiernos mexicano y estadounidense puede considerarse un triunfo, sobre todo para México, ya que peor hubiera sido nada.
Aceptado: desde el punto de vista económico, ya que peor hubiera sido nada, lo acordado brinda seguridad a los inversionistas, quienes ya tienen una idea general de cuáles serán la reglas del juego si el Congreso estadounidense le da el visto bueno a lo acordado, lo cual está por verse, ya que lo que el Congreso le autorizó a Trump fue renegociar un tratado trilateral no negociar un acuerdo bilateral.
Aceptado lo anterior vale la pena preguntarnos ¿en función de los intereses de quiénes se llegó al acuerdo bilateral? Las posibilidades son seis: de los consumidores mexicanos o estadunidenses; de los productores que producen en México, pudiendo ser mexicanos o extranjeros, y en Estados Unidos, pudiendo ser estadounidenses o extranjeros; de los trabajadores que trabajan en México, la mayoría mexicanos, y en los Estados Unidos, mayoría que, dependiendo del sector de la actividad económica y de la región del país, puede no ser estadounidense. ¿En función de los intereses de cuál de estos grupos se negoció el acuerdo bilateral?
Para obtener, si no la respuesta completa, pero sí parte de la misma, consideremos que uno de los acuerdos a los que se llegó, relacionado con la industria automotriz, es que, tratándose de autos ligeros, el 40 por ciento de los mismos tendrá que producirse allí donde el salario sea de 16 dólares por hora y, en el caso de autos pesados, el porcentaje sube al 45 por ciento, con lo cual, por lo menos a corto y mediano plazo, México queda excluido. Gracias a este acuerdo una de dos: 1) o se pierden puestos de trabajo en México y se ganan en Estados Unidos, 2) o se siguen produciendo los coches en México, pagándose salarios menores a los mentados 16 dólares por hora, y entonces, al exportarse los coches a los Estados Unidos, por no cumplir con dicha regla, se les cobra un arancel del 2. 5 por ciento, mismo que acabará pagando el consumidor estadounidense. ¿En función de los intereses de qué grupo se acordó la clausula salarial? Del grupo de trabajadores de la industria automotriz que opera en los Estados Unidos. ¿Fue correcto? No.
Las negociaciones y renegociaciones de tratados de libre comercio deben llevarse a cabo en función del interés que tienen los consumidores, de todos los países involucrados, de contar con una mayor, mejor y más variada oferta de bienes, para lo cual se requiere más libre comercio y, por ello, menos lastres, obstáculos y condiciones impuestas por los gobiernos a las relaciones comerciales entre los ciudadanos de sus países. Y esto, más libre comercio, es lo que no veo como consecuencia del acuerdo bilateral.
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