El progreso económico consiste en la capacidad para producir más (dimensión cuantitativa), y mejores (dimensión cualitativa), bienes y servicios para un mayor número de gente (dimensión social).
La dimensión cualitativa del progreso económico tiene que ver con lo que Schumpeter llamó proceso de destrucción creativa, que consiste en que, lo escribo con mis palabras pero la ida es la de Schumpeter, en el mundo de la economía lo bueno sustituye a lo malo, lo mejor sustituye a lo bueno, y lo excelente sustituye a lo mejor, en un proceso de mejora que, hasta el momento, ha sido continuo. El proceso de sustitución se da en dos frentes: en el de la manera de producir, cada vez mejor, a menor costo, y en el de los bienes y servicios producidos, cada vez mejores, capaces de satisfacer de mejor manera las necesidades de los consumidores.
En el momento en el que se inventa una mejor manera de producir bienes y servicios, ésta debe sustituir a la anterior. En el momento en el que se inventan mejores bienes y servicios, estos deben sustituir a los anteriores. Lo ideal es que se inventen mejores maneras de producir mejores bienes y servicios. Esto último tiene que ver con la dimensión cualitativa del progreso económico, con la capacidad para producir, no solo más, sino mejores, bienes y servicios, capaces de satisfacer de mejor manera las necesidades de los consumidores, condición necesaria para lograr mayor bienestar.
Lo peor que un gobierno puede hacer es impedir la operación de la destrucción creativa, frenar la sustitución de lo malo por lo bueno, de lo bueno por lo mejor, de lo mejor por lo excelente, en cualquiera de los dos frentes: el de la manera de producir y el de los bienes y servicios producidos, precisamente lo que está haciendo el gobierno en el caso del carbón, ligado a una determinada manera de producir electricidad, la termoeléctrica. Así lo dijo recientemente AMLO: “…se va a comprar más carbón y ayudar más a los productores…”, pese a que el carbón es la manera más contaminante de generar electricidad, pese a que ya existen maneras menos contaminantes de generarla que, además, son menos costosas.
Que ante la aparición de mejores maneras de producir electricidad, sin tener que usar carbón, quienes se dedican a su producción tendrán que dedicarse a producir otra cosa, sí, y ello es parte esencial de los procesos de destrucción creativa, y en ello consiste la dimensión cualitativa del progreso, que se frena si el gobierno impide la operación de la destrucción creativa, si limita la sustitución de lo malo por lo bueno, de lo bueno por lo mejor, de lo mejor por lo excelente, tal y como lo hace la 4T al ir en contra de energías limpias y baratas, todo un despropósito.
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