En 2019 la inflación fue 2.83 por ciento. En 2020 fue 3.15, 0.32 puntos porcentuales mayor, equivalentes al 11.31 por ciento. En 2021 fue 7.36, 4.21 puntos porcentuales mayor, equivalentes al 133.65 por ciento. Sumamos ya dos años consecutivos de repunte en la inflación, con el repunte cada vez mayor: 11.31 y 133.65 por ciento, en cada caso.
El año pasado la inflación fue 7.36 por ciento. 7.36 por ciento fue la pérdida en el poder adquisitivo de nuestro dinero y, dado que nuestro trabajo se nos paga con dinero, 7.36 por ciento fue la pérdida en el poder adquisitivo de nuestro trabajo, lo cual, si tenemos el derecho al producto íntegro de nuestro trabajo, y por lo tanto al poder adquisitivo íntegro del mismo, resulta inaceptable. La inflación viola el derecho a la propiedad privada sobre el producto del trabajo, ¡y el Banco de México tiene metas de inflación! Esto es Estado de chueco, antítesis del Estado de Derecho, en el cual se garantizan los derechos de las personas, comenzando por el derecho a la propiedad.
La mala noticia: en diciembre la inflación anual fue 7.36 por ciento. La buena: resultó ligeramente menor, una centésima de punto porcentual, que la inflación anual de noviembre, que fue 7.37 por ciento. ¿Habrá llegado a su fin el repunte inflacionario, por el cual la inflación pasó de 2.15 por ciento, en abril del 2020, a 7.37, en noviembre de 2021?
Según los datos de la encuesta de diciembre sobre las expectativas de los especialistas en economía del sector privado, misma que levanta el Banco de México, y tomando en cuenta el promedio de las 37 repuestas recibidas, en 2022 la inflación será 4.22 por ciento, en 2023 será 3.72 por ciento, y en 2024 será 3.63 por ciento, lo cual muestra que la expectativa de los economistas encuestados es que el repunte inflacionario ceda y que la inflación converja hacia la meta, que es del tres por ciento, más menos un punto porcentual de margen de error, por lo que la máxima inflación aceptable es cuatro por ciento, lo cual, desde mi punto de vista, es inaceptable, porque es inaceptable que un banco central tenga metas de inflación, que esté a favor de la pérdida en el poder adquisitivo del dinero, de nuestro dinero, de nuestro trabajo, un tema que debería discutirse, un tema que nadie discute.
Con esa meta de inflación, a la cual las autoridades monetarias llaman “permanente”, en lo que va del siglo XXI, del 2001 al 2021, se acumuló en México una inflación del 142.84 por ciento y, mientras el Banco de México tenga metas de inflación, la misma seguirá acumulándose, y a lo más a lo que podremos aspirar es a que la pérdida en el poder adquisitivo de nuestro dinero, y de nuestro trabajo, no sea mayor al cuatro por ciento anual.
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