0.0 por ciento es lo que creció la economía mexicana, durante el segundo trimestre del año, comparando con el primero: menos 3.4 las actividades primarias (representan el 3.7 por ciento del total de la producción), menos 0.2 las secundarias (equivalen al 32.2 por ciento), 0.2 las terciarias (representan el 64.1 por ciento).
0.3 por ciento es lo que creció, a lo largo del segundo trimestre, comparando con el segundo trimestre del año anterior: 1.7 las actividades primarias; menos 1.7 las secundarias; 1.0 las terciarias.
Durante el primer semestre del 2018 la economía mexicana creció 0.55 por ciento. Un año después, entre enero y junio pasados, decreció 0.15 por ciento. Si hace un año estábamos mal hoy estamos peor, y no veo cómo, de seguir como hasta ahora, podamos revertir la tendencia hacia la recesión, definida como dos tres trimestres consecutivos de crecimiento negativo.
¿Por qué es preocupante la tendencia hacia la recesión?
Para responder hay que tener presente que el crecimiento de la economía se mide por el comportamiento de la producción de bienes servicios para el consumo final, el Producto Interno Bruto, producción ligada a la creación de empleos (para producir hay que contratar gente) y a la generación de ingresos (a las personas se les paga por trabajar), por lo que el comportamiento de la producción afecta a la creación de empleo y a la generación de ingreso y, por ello, al bienestar de las familias, que depende del empleo y el ingreso.
El tema del crecimiento está ligado al tema del bienestar. El crecimiento de la economía es condición necesaria para el bienestar de las familias. Si el menor crecimiento de la economía afecta el bienestar de las familias la recesión lo afecta todavía más, lo cual, en un país con el 41.9 por ciento de la población en condición de pobreza, es grave.
¿Qué es lo primero que hay que hacer para revertir la tendencia hacia la recesión?
Reconocer su causa, que no es otra más que la caída en la inversión directa, destinada precisamente a la producción de bienes y servicios, medida por el comportamiento de la inversión fija bruta en instalaciones, maquinaria y equipo, que todavía en octubre creció 1.9 por ciento y en mayo, último mes para el que tenemos información, decreció 6.9 por ciento, consecuencia de la desconfianza que, entre los empresarios, que son quienes invierten, han generado algunas decisiones de AMLO, comenzando por la cancelación de la construcción del NAICM en Texcoco, que AMLO decidió el 28 de octubre. Como atinadamente lo ha dicho Federico Rubli: “Y todo comenzó con la cancelación del aeropuerto en Texcoco”, por lo que todo puede comenzar a mejorar con la reanudación de la misma, lo cual no pasa de ser un buen deseo.
Por lo pronto, allí están las tres cifras: 0.0, 0.3 y menos 0.15 por ciento.
E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx
Twitter: @ArturoDammArnal