La política monetaria del banco central de Estados Unidos, el cual está incrementando sus tasas de interés de manera agresiva para contener la inflación, se está dejando sentir en todos los mercados, sin distinción. Ahora, el mercado inmobiliario estadounidense ya muestra signos de preocupación respecto a los precios, lo que a su vez es una señal de que una recesión es inminente.
Según el índice de precios de viviendas S&P CoreLogic Case-Shiller, los precios en agosto crecieron sólo 13 por ciento anual en ese país en comparación con agosto de 2021, pero esta cifra es inferior al aumento anual del 15.6 por ciento del mes anterior. Esta es la mayor caída mensual del crecimiento de este índice y el crecimiento anual más lento desde febrero 2021.
Lo que nos dice este indicador es que los precios de las viviendas siguen siendo más altos que en 2021, pero las ganancias y precios se están desacelerando a un ritmo más rápido de lo registrado en años, debido a que el mercado de la vivienda lucha contra las tasas de interés más altas impuestas por la Fed. Hay menos crédito y más caro.
La disminución del 2.6 por ciento en la comparación mensual es la mayor en la historia del índice, que se lanzó en 1987, lo que significa que las ganancias de precios se están desacelerando a un ritmo histórico.
El compuesto de 10 ciudades que sigue los mayores mercados inmobiliarios de Estados Unidos, subió un 12.1% interanual en agosto, frente a un aumento del 14.9 % en julio. El de 20 ciudades, que incluye una gama más amplia de áreas metropolitanas, subió un 13.1 %, en comparación con un aumento del 16% el mes anterior.
Los expertos aseguran que los datos demuestran claramente que la tasa de crecimiento de los precios de la vivienda alcanzó su punto máximo en la primavera de 2022 y ha estado disminuyendo desde entonces. La rápida subida de las tasas de interés hipotecarias desde los mínimos históricos de este año ha hecho que el mercado de la vivienda se desplome y que los compradores primerizos sean incapaces de encontrar casas debido a que han perdido poder adquisitivo.
Por otro lado, el aumento de los precios de la vivienda combinado con el aumento de las tasas de interés, está impidiendo que los posibles vendedores pongan en venta sus casas porque se han aferrado a tasas más bajas desde hace muchos años. Reitero: con menos crédito disponible y más caro, los tomadores de deuda para compra inmobiliaria se escasean cada vez más.
Bolsas se dirigen a década pérdida
En otros asuntos, Stan Druckenmiller, famoso multimillonario conocido porque junto con George Soros hundió la libra esterlina en 1992, asegura que las bolsas de valores se dirigen a una década pérdida, es decir, se mantendrían planas durante 10 años.
El inversionista asegura que el alza de tasas de interés, la desglobalización y la guerra en Ucrania incrementan las probabilidades de una recesión mundial, además de que ve que los factores que llevaron a los mercados a tener sólidos crecimientos desde 1982 no sólo se han detenido, sino que se han invertido.
Por su parte, el analista y estratega Gerard Minack cree que Estados Unidos está entrando en un largo periodo de rendimientos bajos o negativos de los activos.
En su opinión, el error que cometen los inversionistas es descartar los datos a corto plazo porque no hay un impacto inmediato en la rentabilidad de los precios, sin embargo, a largo plazo, las valoraciones son fuertes predictores de los rendimientos esperados.
En el análisis que realizó señala que el impacto combinado de recompras de acciones, más de 43 mil millones de dólares en inyecciones de liquidez por parte de la Reserva Federal, y tasas de interés en cero, condujeron a rendimientos exagerados de las bolsas, pero todo eso se está revirtiendo.
De la recesión a la Depresión
En Top Money Report hemos advertido que una crisis y recesión global estarían por llegar el próximo año o dos, pero que la inflación se mantendrá elevada también por años. Es decir: la estanflación (estancamiento con alta inflación) será la constante el resto de la década.
Sí, parece también inevitable que para compensar esa caída económica los bancos centrales estén por detener ya su alza de tasas, lo que significa que entre esos dos males las autoridades monetarias optarán por tolerar altas tasas de inflación en vez de permitir una más profunda recesión.
La mala noticia para los inversionistas y ahorradores es que el ritmo de pérdida de valor de sus ingresos y ahorros se acelerará y mantendrá muy alto durante años. Será una depresión económica silenciosa que destruirá patrimonios de quienes no estén invertidos en activos refugio.