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La importancia del ahorrro

A Luis Pazos le debo una de las más importantes lecciones de economía que un economista puede recibir. En algún momento de la segunda mitad de la década de los 70´s del siglo pasado mi padre me regaló el libro Ciencia y teoría económica de Pazos, y lo primero que leí, y que no he olvidado, fue la dedicatoria: “A la memoria de mi padre, que produjo más de lo que consumió”, dedicatoria que es una de las más importantes lecciones de economía que un economista debe tener presente. El reto: producir más de lo que se consume. Ahorrar.

El primer paso en el camino del progreso económico, definido como la capacidad para producir más (dimensión cuantitativa) y mejores (dimensión cualitativa) bienes y servicios para un mayor número de gente (dimensión social), es el ahorro, convertido en inversiones directas, que son las que producen bienes y servicios, crean empleos y  generan ingresos, sin las cuales el progreso económico no es posible.

Una economía (el análisis original es de Adam Smith) puede encontrarse en una de estas tres etapas: progresiva (producción, empleo e ingreso crecen a tasa creciente debido a que las inversiones directas crecen a tasa creciente), estacionaria (producción, empleo e ingreso crecen a tasa constante debido a que las inversiones directas crecen a tasa constante), regresiva (producción, empleo e ingreso crecen a tasa decreciente debido a que las inversiones directas crecen a tasa decreciente, pudiendo pasarse del crecimiento al decrecimiento).

El nivel de ahorro, convertido en inversión directa, determina el nivel de esta última y, por lo tanto, de la producción, el empleo y el ingreso. ¿Por qué? Porque los recursos para invertir directamente provienen del ahorro, de la parte de los ingresos que no se destinan a la compra de bienes y servicios para el consumo presente sino a la producción de bienes y servicios para el consumo futuro, mismos que tendrán que ser más y/o mejores y/o más variados que los del presente.

El reto es doble. Primero: que se ahorre. Segundo: que lo ahorrado se convierta en inversiones directas; en producción, empleos e ingresos; en más producción, más empleos y más ingresos. Si el ahorro generado en un país no alcanza, por ejemplo, para pasar del estado estacionario al progresivo, puede aprovecharse el ahorro generado en otros países, atrayéndolo por la vía de la inversión extranjera directa, para lo cual el país receptor debe ser seguro y confiable, para lo cual el gobierno debe reconocer plenamente, definir puntualmente y garantizar jurídicamente los derechos de los empresarios a la libertad individual para producir, ofrecer y vender, y a la propiedad privada sobre los medios de producción necesarios para poder producir, ofrecer y vender, todo lo cual se sintetiza en un concepto: Estado de Derecho.

E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx

Twitter: @ArturoDammArnal