A medida que se incrementan las tasas de interés en Estados Unidos y se fortalece el dólar, los compradores asiáticos están huyendo de sus debilitadas divisas para refugiarse en tenencias físicas de oro que proviene de Occidente.
Que las reservas de oro estén yéndose en esa dirección no es ninguna novedad, pero sí que hasta los grandes medios estén centrando su atención en ese tema.
Por ejemplo, este miércoles Bloomberg publicó una nota sobre cómo inversionistas institucionales de Nueva York y Londres están vendiendo grandes volúmenes de lingotes para satisfacer la insaciable demanda del mercado de oro de Shanghai y Estambul.
Las estadísticas del CME Group y la London Bullion Market Association (Asociación del Mercado de Lingotes de Londres) revelan que las bóvedas neoyorkinas y londinenses han registrado una salida de más de 527 toneladas de oro desde finales de abril, mientras que las importaciones de oro en China están en su nivel más alto en cuatro años. Las importaciones chinas del metal suman al menos 160 toneladas en este periodo, lo que equivale a más de 8.4 mil millones de dólares a precios actuales.
Los compradores de países asiáticos como India, Turquía, Tailandia y Arabia Saudita están aprovechando inteligentemente los actuales precios de oportunidad de compra que tiene el oro para hacerse de joyas, monedas y lingotes a precios que saben que no durarán ni volverán. Estos cuatro países suman otras 200 toneladas de importaciones desde abril.
Pero eso no es todo. El “hambre voraz” de los asiáticos por oro también se refleja en las compras de los bancos centrales, ya que de todas las compras instituciones oficiales, las de los asiáticos fueron las más grandes por mucho.
Un ejemplo claro, otra vez, es Turquía, quien ha añadido más oro a sus reservas oficiales en 2022 hasta la fecha que cualquier otro país. En agosto compró 8.9 toneladas, con las que sumó ya 84 toneladas de oro acumuladas durante los primeros ocho meses del año. Ahora, ese país cuenta con 478 toneladas de reservas áureas, el nivel más alto desde el segundo trimestre de 2020.
Para verlo en perspectiva, las reservas totales de oro de Banxico apenas alcanzan las 120 toneladas.
El Banco de la Reserva de India no se queda atrás, pues en 2022, ha sido un gran comprador al llevar sus reservas totales de oro a 782.7 toneladas, lo que lo sitúa como el noveno país del mundo en el ranking de tenencias oficiales.
Los asiáticos tienen visión de valor e inversión a largo plazo
Para millones de asiáticos, el oro sigue siendo la forma básica de ahorro e inversión a diferencia de Occidente, donde el sistema monetario basado en el dólar los ha convertido en un gran bloque de países deudores. Los acreedores, en cambio, están en Oriente.
Gracias a esto el flujo de oro que después de la Segunda Guerra Mundial fue casi en su totalidad hacia Estados Unidos, ahora se dirige a Hong Kong, China continental e India entre otros.
Quien tiene el oro pone las reglas. Los asiáticos y en especial los chinos lo saben, y por eso son ya los principales productores y acumuladores de oro del planeta. Hay que imitarlos.
El oro está arraigado en la cultura asiática, pero lo está ahora más que nunca.
Allá las personas han conservado una visión a largo plazo respecto al oro. La razón es que sus antepasados ahorraban en el rey de los metales y ese conocimiento ha pasado de generación en generación. Saben que en última instancia el oro no pierde su liquidez y poder de compra, y al no estar exentos de crisis de deuda ni de la caída de valor de sus divisas locales por inflación, están buscando refugio en el instrumento que los salvará de la crisis que atraviesan.