La reapertura de China, la caída en los precios de la energía y la desaceleración de la inflación hacen suponer a algunos inversionistas, medios y analistas que lo peor ya pasó, pero podrían ocurrir situaciones inesperadas que derrumben a los mercados de valores. De ahí que en este espacio reiteramos la advertencia de que la reciente subida de las acciones y de los activos de riesgo, como las criptomonedas, debe tomarse con mucha cautela.
Con nuestra opinión coinciden, incluso, algunos gestores de activos del “mainstream” como BlackRock, que cree que las ganancias de los mercados se adelantaron este año y que el optimismo de los inversores hacia las acciones llegó demasiado pronto, haciendo caso omiso al hecho de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos está gestando una recesión económica que cambiará las condiciones del mercado.
Dichos inversionistas incautos tienen puestas sus esperanzas en un aterrizaje económico suave, una caída de la inflación y recortes de las tasas de interés, por lo que BlackRock ve mercados vulnerables a sorpresas negativas y no preparados para una recesión que sí o sí va a llegar.
“El reciente sentimiento optimista del mercado se basa en un terreno inestable”, advierte, y predice una gran recesión que en 2023 golpeará a la economía mundial.
Tal escenario obedece a que las presiones inflacionarias aún persisten en la economía, y la inflación podría estancarse fácilmente por encima de la inflación objetivo de la Fed (que es del 2 por ciento), incluso en un 3 por ciento.
En problema ahí es que a pesar las claras señales de una recesión y de daños económicos por el endurecimiento de la política monetaria (alza de tasas de interés y retiro de dólares de la circulación) de la Fed, los inversores le apuesten a los recortes en las tasas por parte de éste que es el banco central más influyente del planeta. Así que es muy probable que más adelante en el año terminen decepcionados.
Mike Wilson, estratega jefe de mercado accionario para Morgan Stanley, asegura que esta subida del mercado de valores es una buena razón para vender. Los inversores parecen haber olvidado la regla de oro de “no luchar contra la Reserva Federal”.
Las recientes subidas en los precios de las acciones son un reflejo del efecto estacional de enero y la cobertura corta después de un difícil final de diciembre y de un año brutal, apunta el especialista en una nota, y señala que la realidad es que las ganancias de las empresas están demostrando ser incluso peores de lo que se temía, según los datos, especialmente en lo que respecta a los márgenes.
Wilson se dice sorprendido por la magnitud del avance reciente del mercado, aunque advierte que es sólo otra trampa del mercado bajista, ya que puede haber una explicación para esta subida.
El “efecto de enero”, la “decoración de ventana” y el optimismo de empezar un año nuevo son algunas de las posibles explicaciones que da Morgan Stanley a las ganancias del mercado de valores.
Los estrategas de esta firma global de servicios financieros advirtieron a principios de año que un shock de recesión en 2023 podría generar otra caída de las acciones, del 22 por ciento, y esperaban que el índice de gran capitalización terminara el año en 3,900 puntos para el S&P 500.
Por otra parte, a decir del gurú del mercado de valores Jeremy Grantham, los mercados deben esperar próximas caídas, pues anticipa que el S&P 500 bajará un 20 por ciento al cierre de 2023 y un 40 por ciento desde el último pico del mercado en enero de 2022. Estamos de acuerdo.
Y tome nota: si la sobrecorrección del mercado es peor de la esperada, las acciones podrían hundirse hasta un 50 por ciento desde su máximo anterior.
Grantham alerta también sobre un estallido de la burbuja inmobiliaria global, y asegura que los desplomes inmobiliarios pueden tardar más en influir en la economía que otros colapsos bursátiles.
Valga como ejemplo que incluso mercados inmobiliarios que antes se consideraban “inexpugnables”, como en Canadá y Australia, han comenzado a declinar bajo el peso de las subidas de tasas de interés en todo el mundo.
¡La advertencia está hecha!
La volatilidad del mercado es ideal para ganar con el “trading” de corto plazo mediante compras y ventas rápidas. Ésa es la gran virtud de las fluctuaciones amplias que se darán este año en los mercados financieros. Sin embargo, más allá del “ruido” que esta volatilidad crea, las tendencias mayores bajistas permanecen intactas porque los fundamentos que les dieron origen continúan sin cambios.
La inflación seguirá siendo el “fuego” protagonista que la Fed y los bancos centrales buscan apagar con alzas de tasas y políticas restrictivas aunque implique ver desplomarse a los activos de riesgo como las acciones y las “criptos”. Quien no quiera ver esta realidad está cerrando los ojos, y hacerlo en el mundo de las inversiones sólo conduce a pérdidas enormes que debemos evitar.