Las perspectivas para la economía global son cada vez más sombrías, ahora ante el inminente colapso de la liquidez debido a factores como el endurecimiento cuantitativo (quantitative tapering o QT), la avalancha de ventas de T-bills (o letras del Tesoro estadounidense) y las salidas de los fondos del mercado monetario (MMF).
Recientes reportes de expertos del sector financiero señalan los riesgos asociados al drenaje del saldo de la Cuenta General del Tesoro (TGA) de EU, que podría llevar a la economía mundial a una situación riesgosa.
Así que conocer la dinámica de las operaciones del Tesoro es crucial para comprender la gravedad de la crisis de liquidez. Se espera que la TGA, que hoy está por debajo de 50,000 millones de dólares, vuelva a llenarse hasta situarse en torno de los 650,000 millones.
Dicho de otra manera, el Tesoro venderá deuda para obtener efectivo y lo depositará en la Reserva Federal (Fed), drenando –de hecho– los depósitos de la economía. Simultáneamente, el banco central proseguirá con su política de endurecimiento cuantitativo, deshaciéndose de pasivos y reduciendo su balance.
A fin de compensar las salidas de la Fed, los bonos del Tesoro se convierten en una alternativa atractiva para las entidades que retiran fondos. Si los tipos suben lo suficiente, estas entidades se verán incentivadas a desplazar sus fondos hacia los T-bills.
Por consiguiente, el drenaje de liquidez no sólo afectará a las reservas y a los repos (operaciones de recompra) a la inversa, sino que también provocará una subida de los rendimientos de los T-bills.
Implicaciones para la economía y los mercados
Entre los analistas que le comento arriba está Steven Zeng, del Deutsche Bank, quien advierte que el aumento en la oferta de T-bills podría provocar una reducción significativa de los fondos bancarios y, por tanto, perturbar la política de ajuste cuantitativo de la Fed. Esto se hace eco de anteriores advertencias sobre el impacto adverso de la recarga de la TGA en las reservas y en la economía en general.
Para Michael Hartnett, de Bank of America y uno de nuestros analistas favoritos-, la política monetaria que se endurecerá en los próximos meses, sigue siendo una de las principales preocupaciones. De hecho, prevé un colapso de más de un millón de millones de dólares en liquidez en los próximos tres o cuatro meses, lo que podría acarrear graves consecuencias para la economía.
El economista de la consultora TS Lombard, Steven Blitz, también expresa su profunda preocupación por la restricción de liquidez provocada por la recarga de la Cuenta General del Tesoro estadounidense.
Dice que en la medida en que el Tesoro recaude efectivo vendiendo deuda y depositándola en la Reserva Federal se producirá un cambio, pasando de añadir liquidez a drenarla, una transición con potencial de empujar a la economía a una recesión, en especial si se tiene en cuenta la reducción simultánea del balance de la Fed.
Según Blitz, será crucial que el banco central de EU gestione eficazmente el próximo episodio de liquidez, aunque cree que los días del endurecimiento cuantitativo están contados y pueden quedar en suspenso, de forma similar a la pausa en las subidas de los tipos de interés. El paso del Tesoro de añadir solvencia a la economía a una retirada significativa requerirá una navegación cuidadosa para evitar daños mayores.
Los acontecimientos de solvencia de esta magnitud siempre afectan negativamente a las bolsas de valores, apunta Blitz, y basándose en un índice de liquidez elaborado por él mismo, prevé que ésta caiga rápidamente por debajo de los niveles registrados hace cinco meses, lo que podría provocar un retroceso en el mercado de renta variable. Sin embargo, el impacto exacto dependerá de los datos económicos en tiempo real y de la respuesta de la Fed.
Aunque el impacto real puede variar y depender de los datos económicos en tiempo real, la fuga de depósitos de la economía, unida al aumento de los tipos de interés, conforma un entorno difícil para el que más vale estar preparados.