Un anuncio –excepcionalmente tardío– captura la atención de los inversores globales y vuelve a sembrar dudas sobre la capacidad del gobierno de Estados Unidos para cumplir con sus obligaciones financieras: la agencia Fitch Ratings rebajó la calificación crediticia del país de AAA a AA+. Un hecho histórico.
Hace dos meses, cuando los legisladores reñían por elevar o no el límite del endeudamiento de la Unión Americana, la calificadora ya advertía que la nota de solvencia soberana del país estaba en peligro.
Finalmente decidió hacerle una rebaja, argumentando que le preocupa el deterioro fiscal estadounidense en los próximos tres años y las crecientes tensiones en torno del techo de la deuda del país.
Y aunque parece que es algo importante y un evento inédito en la historia financiera estadounidense, en realidad no lo es. En un análisis retrospectivo podemos identificar cuatro ocasiones en que EU ha experimentado un declive en su calificación crediticia a largo plazo:
- 1941. Standard & Poor’s (S&P): la primera rebaja de AAA a AA+.
- 1949. Moody’s: la redujo de AAA a Aaa.
- 1956. S&P: la disminuyó de AA+ a AA.
- 2011. S&P: la rebajó de manera significativa, de AAA a AA+. Esta última es la más reciente de la historia moderna y la más fresca en la memoria.
Para ver qué pasó antes, es interesante recordar la reacción al recorte en la calificación crediticia por parte de S&P el 6 de agosto de 2011, en particular, ya que fue inmediata la respuesta en los mercados financieros cuando se reabrieron dos días después: las acciones en todo el mundo experimentaron un marcado declive, una tendencia que persistió a lo largo de ese mes y de septiembre.
Hay que aclarar, sin embargo, que la rebaja crediticia no fue el único factor que ocasiónó esa volatilidad, pues en ese momento la eurozona también se encontraba sumida en una crisis de deuda soberana, caracterizada por preocupaciones provocadas por los impagos de los países PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España). Fue una combinación que ejerció presión sobre los mercados financieros a nivel global.
Con datos de Business Insider, en seguida hacemos un análisis del comportamiento de algunos de los principales índices y activos en respuesta a esa turbulencia:
Índice S&P 500. El referente de las 500 empresas más grandes de Estados Unidos sufrió una caída del 6.7 por ciento en la primera jornada después de la rebaja. Esta tendencia persistió con una pérdida del 5.7 por ciento en todo agosto, seguida por una baja del 7.3 por ciento en septiembre. Ya en octubre logró recuperarse, con un alza del 10.7 por ciento.
Promedio Industrial Dow Jones. Las acciones de alto nivel representadas en este índice declinaron un 5.6 por ciento el día posterior al recorte hecho por S&P, y luego sufrió mermas adicionales, del 4.5 por ciento en agosto y el 6.2 en septiembre, aunque se restableció en octubre, con un aumento del 9.5 por ciento.
Índice Nasdaq 100. Las empresas tecnológicas también resintieron el impacto, con caídas del 6.2 por ciento al día siguiente de la rebaja y del 5.2 a lo largo de agosto, seguidas de una disminución del 4.5 por ciento en septiembre. Octubre le trajo una significativa recuperación, del 10.3 por ciento.
Índice VIX. El llamado “medidor del miedo” en los mercados experimentó un aumento del 50 por ciento el 8 de agosto de 2011, volatilidad que continuó en todo agosto, con un incremento del 25 por ciento, y en septiembre, con un alza adicional del 35 por ciento.
Bonos del Tesoro de EU. Paradójicamente, registraron un incremento debido a la aversión al riesgo en los mercados. Los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años cayeron en agosto y septiembre, lo que contribuyó a que su precio subiera el 3.5 por ciento durante agosto. Ésta es la mitad de la clave a observar.
Dólar estadounidense. El billete verde tuvo una ligera ganancia del 0.3 por ciento en agosto, y en septiembre alcanzó una recuperación más sólida, del 6 por ciento, según el índice dólar DXY. Aquí la segunda mitad de la clave.
Oro. En medio de la turbulencia, el rey de los metales y dinero real presumió su estatus de refugio seguro, ya que subió el 3.2 por ciento el día de la rebaja a la calificación crediticia de Estados Unidos y un 12 por ciento durante todo agosto. Sólo el oro es dinero universal contante y sonante.