Contubernio entre poderes

En toda sociedad hay grupos de poder, cada uno con sus propios intereses que no hay que confundir con derechos. Los derechos, que son los mismos para todos, unifican. Los intereses, que son distintos y de unos cuantos, dividen. Los gobiernos deben garantizar los primeros, sobre todo cuando se trata de verdaderos derechos, no defender los segundos, mucho menos cuando son pecuniarios.

Dos de los grupos de poder más conspicuos son, el político, cuyo interés es acceder y permanecer en el poder, y el económico, cuyo interés es aumentar sus utilidades.

¿Qué le puede ofrecer el poder económico al político? Dinero e incondicionalidad. ¿Qué le puede ofrecer el poder político a cambio? Privilegios: protecciones de la competencia, concesiones monopólicas, subsidios a los costos de producción, exenciones de impuestos, etc. Ambos ganan pero pierden ciudadanos, consumidores y contribuyentes.

Pierden los contribuyentes. Si, por poner un ejemplo, el gobierno exenta del pago de impuestos a los empresarios, y no hay una reducción en el gasto gubernamental que lo compense, lo cual por lo general no sucede, lo que los empresarios pagan de menos es lo que el resto de los contribuyentes pagan de más. Ceteris paribus, si unos no pagan impuestos el resto de lo contribuyentes pagan más.

Pierden los consumidores. Si, suponiendo el caso, el gobierno protege a los productores nacionales de la competencia de las importaciones, prohibiéndolas, y no hay un aumento en la producción interna que las sustituya, lo cual por lo general no le conviene a los productores nacionales, estos podrán cobrar un mayor precio del que cobraban, lo cual reduce el bienestar de los consumidores. Ceteris paribus, a menor competencia mayores precios y menor bienestar.

Pierden los ciudadanos. La incondicionalidad política de los empresarios, sobre todo de los más fuertes, que son los que se integran a la cúpula del poder, y que desde el poder económico podrían hacerle contrapeso al poder político, sobre todo cuando éste atenta contra la democracia, la república, el Estado de Derecho, y todo lo que implica límites y frenos al poder del gobierno, puede convertir a la democracia liberal (en la cual SÍ hay elecciones, el poder gubernamental ESTÁ limitado, y SÍ se respetan esos límites), en democracia iliberal (en la cual SÍ hay elecciones, el poder gubernamental PUEDE estar limitado, pero NO se respetan esos límites), en la cual pierden los ciudadanos, cuyos derechos no están, ni plenamente reconocidos, ni puntualmente definidos, ni jurídicamente garantizados. Ceteris paribus, si el poder económico forma parte de la cúpula del poder, y está de parte de los intereses del poder político, y no de los derechos de los ciudadanos, pierden los ciudadanos.

Estas son las consecuencias del contubernio entre poderes.

E-mail: arturodamm@prodigy.net.mx

Twitter: @ArturoDammArnal

Arturo Damm Arnal

Estudié economía, filosofía y derecho. Liberal. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Colaborador de @LaRazon_mx y @adn40 .