Los mercados financieros mundiales están resintiendo el peso de las altas tasas de interés, el retiro de liquidez de la Fed y la preocupación por la inflación, y muchos inversionistas que están dentro del mercado la están pasando muy mal. ¡Nadie se salva!
Según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, las 500 personas más ricas del mundo han perdido un total de 1.4 billones de dólares (trillions en inglés) en la primera mitad del año, incluidos 206 mil millones de dólares que perdieron sólo el lunes 13 de junio.
De acuerdo con la publicación, los multimillonarios que más han perdido su riqueza son: Champen Zhao -85.3 mil millones de dólares; Elon Musk -73.2 mil millones de dólares; Jeff Bezos -65.3 mil millones de dólares; Mark Zuckerberg -64.4 mil millones de dólares y Bernard Arnault -56.8 mil millones de dólares.
“Mal de muchos, consuelo de tontos”, versa el dicho, pero lo cierto es que no hay cartera financiera que no haya sufrido algún tipo de pérdida en el contexto actual, en especial, si sus inversiones están en activos de riesgo como las acciones o criptomonedas.
Este es un marcado contraste con el año pasado, en el que la subida de los mercados hizo que las personas multimillonarias aumentaran un 8 por ciento a nivel global, de acuerdo con un informe de Capgemini sobre la riqueza mundial publicado recientemente.
Los datos muestran que las personas ricas en Asia-Pacífico aumentaron sólo un 4.2 por ciento, quedando por detrás de Europa y cayendo aún más por detrás de Estados Unidos después de dominar el crecimiento de los ricos durante la última década.
Este bajo crecimiento de ricos en Asia se debió a la represión de China contra las empresas tecnológicas y el enfriamiento de su mercado inmobiliario, pero también reflejaron las fuertes ganancias del mercado bursátil estadounidense, que ayudaron a inflar las inversiones de los magnates de este lado del mundo.
El informe de Capgemini ilustra hasta qué punto la pandemia del COVID-19 y los bancos centrales beneficiaron a la élite económica: Estados Unidos, Japón, China y Alemania siguen estando entre los principales países donde vive la mayoría de los ricos del mundo. Los cuatro albergan casi el 64 por ciento de los multimillonarios a nivel global.
Entre los individuos de alto valor neto del mundo, los muy ricos fueron los que más beneficios obtuvieron. Las personas con activos invertibles de 30 millones de dólares o más vieron crecer su riqueza un 9.6 por ciento en comparación con 2020. Los que tienen entre 1 y 5 millones de dólares, definidos como “millonarios de al lado”, tuvieron el crecimiento más lento de la riqueza, con un 7.8 por ciento.
Y quieren seguir invirtiendo
Thorne Perkin, presidente de Papamarkou Wellner Wealth Management, dijo en entrevista con Bloomberg que, a pesar de la merma en su riqueza, las personas ricas siguen buscando opciones baratas de inversión, pues a menudo, su mentalidad es un poco más contraria a la de muchas personas. “Muchos de nuestros clientes buscan oportunidades cuando hay problemas en las calles”. Y es cierto, este “bear market” (mercado bajista) abrirá grandes puntos de compra de oportunidad en activos castigados como los índices bursátiles, el bitcoin y las materias primas.
Por ejemplo, Vladimir Potanin, el hombre más rico de Rusia con una fortuna de 35.2 mil millones de dólares, adquirió Societe Generale SA en Rosbank PJSC a principios de este año en medio de las consecuencias de la guerra en Europa del Este. También compró la participación del magnate ruso Oleg Tinkov en un banco digital por una fracción de lo que valía.
El multimillonario de las criptomonedas Sam Bankman-Fried compró una participación del 7.6 por ciento en Robinhood Markets a principios de mayo después de que el precio de las acciones cayera un 77 por ciento desde su oferta pública inicial en julio pasado.
Y por último y el más importante por cantidad de dinero, Elon Musk, al llegar a un acuerdo de 44 mil millones de dólares para comprar Twitter, acuerdo que por cierto no ha terminado de materializarse.
En suma: quienes ahora pierden es porque antes han ganado muchísimo, sobre todo gracias a la inyección de liquidez de la Reserva Federal (estadounidense) y las tasas de interés en cero por ciento. Esa fiesta y borrachera de crédito ya se terminó: la inflación galopante en todo el planeta que no habíamos visto en 40 años ha obligado a las autoridades monetarias a comenzar a desinflar muy lento el globo de inyección monetaria que antes inflaron.
No obstante, hay que tener cuidado en no precipitarse. A la inflación histórica actual le seguirá también una acelerada contracción de la base monetaria y un igualmente histórico proceso alcista de las tasas de interés. Quien piense lo contrario se está autoengañando, y en dicho escenario, no habrá recuperación pronta sostenible de los mercados de riesgo.
Queda aún mucha “sangre” que correr por las calles del mundo financiero, por lo que el dólar y el oro físico como activos refugio, continuarán siendo los mejores sitios para estar.