El principio básico dicta que cuando los tipos de interés suben, el precio del oro baja, pero esa correlación no es cierta.
Para demostrarlo podemos ver que las elevadas tasas de interés de referencia han afectado negativamente la percepción de los inversionistas sobre el sector inmobiliario en Estados Unidos como la mejor inversión a largo plazo, pero no así con relación al metal precioso, al que cada vez le ven más brillo. Y están en lo correcto.
A tenor de esto, una reciente encuesta de Gallup revela que los estadounidenses consideran que la segunda mejor opción de inversión a la larga es el oro, superando a las acciones, los bonos y las cuentas de ahorro.
Esta percepción ha experimentado un aumento significativo, pasando del 15 por ciento en 2022 al 26 por ciento en el sondeo de 2023, y si bien el sector inmobiliario ha mantenido su posición como la mejor inversión a largo plazo desde 2013, su popularidad ha disminuido drásticamente, en tanto que el oro ha ganado terreno.
La razón es clara: el mercado inmobiliario en Estados Unidos se ha inflado antes formando burbujas que han acabado en verdaderas historias de terror que terminan disparando al precio del oro.
Y mientras las acciones ocupan el tercer lugar en las preferencias de inversión (con un 18 por ciento), las cuentas de ahorro el cuarto sitio y los bonos el quinto, es relevante observar que la popularidad de las criptomonedas ha bajado, pues sólo obtuvieron el 4 por ciento, en comparación con el 8 por ciento del año anterior.
Este cambio en las predilecciones de los estadounidenses sugiere que están buscando activos más seguros y estables en medio de un panorama económico incierto. Hacen bien.
De hecho, el número de estadounidenses que consideran al oro como la mejor inversión a largo plazo casi se ha duplicado este año en comparación con 2022, lo cual demuestra que el metal sigue siendo visto como un refugio seguro en tiempos de volatilidad económica. ¡Qué bueno que lo vean así, porque están en lo correcto!
Pero no son los únicos…
Los indios también recurren al oro
El Banco de la Reserva de la India (RBI, por sus siglas en inglés) anunció una nueva ronda de desmonetización con un plan para retirar de circulación los billetes de 2,000 rupias, la denominación de mayor valor en el país asiático (24.19 dólares), una noticia que ha desencadenado un importante aumento en las ventas de oro físico.
A pesar de las garantías del gobierno de que la confiscación de los billetes de 2,000 rupias no causará interrupciones en la vida normal ni en la economía, los antecedentes históricos generan dudas:
En 2016, a fin de acabar con el dinero negro (que procede de actividades ilegales y no es declarado a la autoridad) e iniciar la transición de la India a un mundo digital sin efectivo, el gobierno aplicó de repente una política similar con los billetes de 1,000 y 500 rupias, y la consecuencia fue el caos: las personas corrieron en tropel a canjear la moneda descontinuada e hicieron filas kilométricas, pero los bancos no tenían suficiente efectivo. Muchos sufrieron e incluso se reportaron decenas de muertes por la crisis.
Pero esta guerra contra el efectivo no es exclusiva de la India, ya que el Banco Central Europeo (BCE) dejó de producir y emitir billetes de 500 euros en 2018, y en Estados Unidos se ha planteado la idea de eliminar los de 100 dólares como si el problema de la inflación fuera provocado por eso y no por la emisión desenfrenada e ilimitada de dinero y deuda.
En este contexto, ante la posibilidad de otra interrupción en su sistema monetario, los indios han recurrido a refugiarse en “el viejo confiable”: el metal áureo.
Cuando el gobierno retiró de circulación los billetes de 1,000 y 500 rupias en 2016, los funcionarios fiscales encargados de rastrear el dinero negro reportaron un aumento en las ventas de joyas, monedas y de oro físico en general.
Según una encuesta de 2018, una de cada dos familias indias compró oro en el lustro entonces precedente. En general, el 87 por ciento de los hogares en el país poseen cierta cantidad del metal precioso, incluso las familias de bajos ingresos, un ejemplo que deberían seguir ciudadanos de otros países, entre ellos los mexicanos.
Los indios entienden que no sólo preserva su valor y poder de compra, sino que es una inversión de apuesta segura.
Miles de años de historia y tradición les permiten saber que el oro es dinero de verdad, y saben que si lo poseen podrán obtener los bienes y servicios que necesitan a futuro y más, incluso en caso de un colapso económico o una escasez de efectivo como la que ya les ha tocado padecer.
El oro es la mejor inversión
En fin, como le digo, aquí y en China el sentido común prevalece y los inversores más avezados participan en el juego monetario actual con sus reglas en vez de sufrir sus consecuencias.
Dicho sistema, que beneficia a los deudores e irresponsables con sus finanzas (en especial a los gobiernos), al final –como siempre– termina recompensando a los tenedores de oro que, sabiamente, no se dejan engañar por sus “cantos de sirena” y prefieren apostar a ganar a la segura con el “dinero de Dios”.