Varias declaraciones y decisiones de AMLO empeoraron las expectativas económicas, pero es inexacto afirmar que heredó una economía sólida; recibió una economía con una quiebra contable en PEMEX y la CFE y deudas impagables en varios Estados, saqueados por sus gobernadores, igual que PEMEX por su director.
EPN, con el aumento de impuestos, subió la recaudación tres veces más que el hoyo que dejó la baja del precio del petróleo al principio de su gobierno, pero no aprovechó esos ingresos para equilibrar las finanzas públicas, siguió gastando, toleró la corrupción y se endeudó irresponsablemente.
En el 2017 evitó la baja de calificación con los millones que le transfirió el Banco de México, que le permitieron presentar un déficit menor al real. Si no se consideran los miles de millones que les pasó ese año BANXICO, la brecha entre gastos e ingresos propios aumentó, no se redujo. En 2018 maquillaron en tal forma las finanzas públicas que mantuvieron artificialmente el déficit cerca de lo que pedían las calificadoras para que no les bajaran la calificación.
Las deudas de PEMEX y la CFE, contraídas en el sexenio de EPN, que no se reflejaron en aumentos de la producción, son impagables con recursos propios de esas empresas, al igual que las pensiones privilegiadas a sus jubilados.
AMLO recibió un sector público desequilibrado, a pesar del fuerte aumento de impuestos con EPN, que redujo el crecimiento. Desde principios del 2019 no había recursos suficientes para enfrentar los gastos corrientes, por ello la SHCP tuvo que reducir el gasto con urgencia, sin sopesar el daño causado en varios sectores. Un error de AMLO es solo hablar de que recibió una economía saqueada, y no poner los datos de la insuficiencia de recursos para enfrentar los gastos ya comprometidos, por consejo de sus asesores, que con algo de razón le dijeron que en la medida que exhibiera datos de que recibió una economía en quiebra, aumentarían las expectativas negativas.
La decisión de cancelar el aeropuerto de Texcoco, empeoró las expectativas, así como frenar la ronda de asignaciones de campos petroleros a empresas privadas y el proyecto de construir una refinería que es técnica y económicamente inviable; pero decir que recibió una economía sólida, no corresponde a la realidad y releva de responsabilidad de la mala situación de la economía mexicana al gobierno de EPN, uno de los más corruptos e irresponsables en la historia de México.