Un verdadero amigo te señala tus errores, un falso amigo los aplaude, con tal de sacar un beneficio de ellos.
Los resultados negativos de la economía con AMLO son debidos en gran parte por asesores con miedo de decirle que están mal algunas de sus decisiones o sacan provecho de esos errores. No quieren correr la misma suerte del director del Instituto Nacional del Petróleo, quien le dijo que Dos Bocas no era un lugar adecuado, ni financiera ni técnicamente, para construir una refinería.
En lugar de hacerle caso, lo corrieron por contradecir al presidente. Del presupuesto original de esa refinería, 8,000 millones de dólares, a mediados del 2022 ya se calculó su costo en 18,000, más de doble del originalmente considerado.
Texcoco, que hubiera sido el aeropuerto más grande de América Latina, se quedó en el abandono. Su cancelación salió más cara que el costo de terminarlo. Parte de su construcción estaba financiada por bonos en dólares colocados en el mercado internacional, que se pagarían con el dinero proveniente de los ingresos del aeropuerto de Texcoco. Al no construirse, el gobierno tuvo que absorber el costo de los bonos que se volvieron con vencimiento inmediato al suspenderse la obra. Para cubrirlos el gobierno tuvo que contratar más deuda extranjera, la que actualmente es de las altas del mundo, y cada vez más difícil de cubrir sus intereses y vencimientos. Las deudas de PEMEX son consideradas internacionalmente “bonos basura”. Su deuda se paga con dinero de los impuestos. PEMEX está quebrado. Sus pasivos superan a sus activos.
El Tren Maya, que deberían construir particulares, y por rutas que no destruyan flora y fauna de la reserva ecológica por donde va a pasar, es una fuente de desviación de recursos. La Auditoria Superior de la Federación dio a conocer que en las obras del Tren Maya se realizaron pagos indebidos por más de mil millones de pesos. Si el presidente López Obrador pasa por alto esos errores y desvíos multimillonarios, es difícil que termine su mandando sin caer en una fuerte crisis, causada en gran parte por no reconocer ni solucionar sus errores.