La migración individual es entendible y justificable, pues representa el legítimo deseo que tiene todo ser humano de dejar atrás la pobreza y buscar mejores oportunidades para sus familias, así como huir de la violencia criminal que acosa a la población vulnerable. Esta migración que es natural y espontánea debe ser tolerada por razones humanitarias. Por tanto, este debiera ser un derecho humano con reconocimiento global
Sin embargo, es evidente que el fenómeno de caravanas de migrantes, bien organizadas, responde seguramente a un interés ajeno, quizá de gente que embauca y engaña a segmentos de población en posición vulnerable que está desesperada y la induce a que viaje en busca de una oportunidad inexistente, cuando todos sabemos que la frontera de Estados Unidos está cerrada a los indocumentados.
Por tanto, la migración colectiva e inducida, como parece ser el de las caravanas migrantes, es un fenómeno muy diferente.
¿Habrá intereses políticos internacionales que intentan provocar al gobierno de Estados Unidos utilizando al de México?…. ¿Habrá algún grupo extranjero interesado en provocar un conflicto humanitario en México para poner en problemas a nuestro país, o a nuestro gobierno?. ¿Habrá grupos terroristas que pretendiendo introducir a su gente a Estados Unidos organizan las caravanas?, ¿Habrá delincuencia organizada queriendo ingresar a Estados Unidos o México infiltrándose en las caravanas?, ¿O simplemente habrá traficantes que cobran por guiar migrantes?.
Sea lo que fuere, es urgente investigar qué intereses puede haber detrás.
La capacidad de organización y liderazgo de las caravanas no se consigue de modo espontáneo. Simplemente crear una marcha o una manifestación en una ciudad requiere de organización y recursos económicos. Por ello podemos suponer que una caravana, con un recorrido internacional como estas, debe requerir mayores apoyos.
Por tanto, una caravana migrante podemos suponer que responde a un plan perfectamente organizado y con medios de control, en el cual los daños están planificados.
¿Por qué no hay un plan de inteligencia entre los países centroamericanos y México para descubrir quien o quienes están detrás de este tipo de movilización, o si es un fenómeno social auténtico?. ¿Cómo se está gestando esta capacidad de movilización?.
El contexto emocional y humanitario que envuelve al tema de la migración indocumentada se está convirtiendo en el foco de atención en la búsqueda de soluciones para este asunto tan delicado, que incluso genera controversia y confrontación política.
Las caravanas migrantes representan dos temas diferentes que convergen en uno mismo.
Primeramente está el enfoque migratorio, frente al cual como país jamás debemos dejar de darle en toque humanitario y de protección. Sin embargo, por otra parte, el enfoque de la organización como un fenómeno masivo en el cual vemos la aparición de líderes grupales, es al que debemos darle un tratamiento prioritario y diferenciado.
México tiene larga trayectoria dando asilo a migrantes, principalmente a perseguidos políticos, lo cual compromete a nuestro país a mantener esta política de protección humanitaria.
Sin embargo, la aparición de caravanas migrantes, que ya son de integración multicultural y no solo de centroamericanos, nos indica la existencia de un plan perfectamente articulado.
La visita de una delegación de legisladores federales a la estación migratoria de Tapachula, Chiapas, ha puesto este tema como una prioridad que debemos resolver. Sin embargo, tomar postura respecto a las caravanas sin conocer las circunstancias que le dan origen, representa un grave error, pues este fenómeno podría llegar a convertirse en un asunto de “seguridad nacional”.
¿Usted cómo lo ve?
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