Este año comenzó como terminó el anterior: socavando nuestros bolsillos con precios de productos y servicios al fuertemente al alza, un panorama que podría dar al traste con las proyecciones del Banco de México (Banxico) de recortar la tasa de interés de referencia en el primer trimestre, luego que el más reciente dato de inflación alargara la “cuesta de enero” y le metiera presión al Instituto Central.
Así que la idea de Banxico de hacer un ajuste fino a la tasa de referencia en algún momento del primer cuarto de 2024, para evitar que siga demasiado endurecida su política monetaria, podría verse aplazada o incluso cancelada al igual que su propósito de que la inflación llegue al la tasa objetivo del 3 por ciento en la segunda mitad de 2025.
Le digo esto porque los precios al consumidor de enero se incrementaron un 4.88 por ciento a tasa anual, con lo que la inflación acumuló tres meses en subida, según reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En efecto, la “cuesta de enero” se profundizó con aumentos de precios muy fuertes en frutas y verduras, principalmente, así como en alimentos y bebidas no alcohólicas, restaurantes y hoteles, bienes y servicios diversos.
Y como sugerimos en este espacio, la Junta de Gobierno de Banxico dejó la tasa de interés de referencia en el 11.25 por ciento, un máximo de más de 20 años desde mayo anterior, pues dados esos incrementos en productos y servicios de entre el 7 y el 52 por ciento, no dejó de observar posibles presiones al alza para la inflación.
En su comunicado, Banxico señala como riesgos al alza los siguientes riesgos, con los que coincidimos:
Uno. La persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados. Ésta cumplió 12 meses desacelerando, pero “aún permanece en niveles relativamente altos al situarse en 4.76 por ciento” en enero. Fuera de su “tope” objetivo de 4 por ciento.
Dos. La depreciación cambiaria. Apenas se dio a conocer la aceleración de precios que le refiero, el dólar spot escaló hasta las 17.16 unidades, contra 17.07 pesos un día antes.
Y aunque se trata de una caída leve que lo mantiene en la zona de los 17 pesos, al interior de Banxico se habla ya de que el “superpeso” podría empezar a ceder hacia niveles menos desmesurados.