No cabe duda alguna de que las acciones de política monetaria de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos –para contener la inflación– conducen a una recesión económica, así como a la caída de los mercados financieros. Ese es el objetivo implícito del Comité de Mercado Abierto de esa institución, si bien nunca lo admitirán, como tal, en público.
La novedad ahora es que varios (en realidad demasiados) especialistas estiman que la política de endurecimiento monetario de la Fed conducirá a un épico desplome de los mercados de riesgo (bolsas de valores, en particular) superior al 20 por ciento. Pareciera que se copiaron la tarea.
Pero veamos el contexto… El presidente de la Fed, Jerome Powell, puso la mesa esta semana para una subida de tasas de interés de 50 puntos base en su próxima reunión de diciembre, diciendo –en un discurso en la Brookings Institution de Washington– que tiene sentido moderar las alzas en la medida en que el banco central se acerca a su estimado máximo de tasa de referencia.
Según Powell, es prudente ralentizar el ritmo de subidas, dado que la política monetaria tarda en filtrarse en la economía y que hasta ahora no se han sentido los efectos completos del rápido endurecimiento monetario, que no es otra cosa que el retiro de dólares de la circulación global y su alza de tasas de interés.
Desde su punto de vista, las subidas de tasas se deben volver más lentas, pero con la mira puesta en mantenerlas durante más tiempo en un nivel bastante alto; esto, para gestionar el riesgo y evitar mayores alzas que provoquen una recesión. Falta mucha más evidencia para tener tranquilidad de que la inflación realmente está disminuyendo.
Ahora regresemos al tema de los “expertos alineados”: entre aquellos que esperan una fuerte contracción del mercado de valores se encuentra Savita Subramanian, estratega del Bank of America, quien afirma que el declive del mercado accionario podría extenderse hasta 2023, ya que el endurecimiento monetario de la Fed desencadenaría riesgos de liquidez. Lo obvio.
Las perspectivas del banco para 2023 incluyen una proyección de rendimientos planos, con el S&P 500 terminando el año en 4,000 unidades, mientras que su escenario bajista anticipa una caída de 24 por ciento desde los niveles actuales hasta los 3,000 puntos.
Hay rumores de riesgos de liquidez en el mercado del Tesoro
estadounidense, refiere la analista, y es probable que esas preocupaciones se acentúen el próximo año porque la Fed y China “han abandonado el edificio”.
Subramanian dijo esto refiriéndose al hecho de que dos de los mayores compradores de los mercados del Tesoro ya no están adquiriendo nuevas emisiones de estos.
También en ese sentido, economistas del Deutsche Bank pronostican: es probable que una recesión en Estados Unidos –provocada por la Fed– llegue a mediados de 2023 y desencadene un descenso brusco y doloroso de la renta variable (índices bursátiles).
Ellos ven que los principales mercados financieros se desplomarán un 25 por ciento desde los actuales niveles cuando se desate la recesión, aunque luego se recuperarán por completo, a finales de 2023, suponiendo que la recesión dure solo algunos trimestres.
La persistente y elevada inflación (impulsada por la fuerte demanda), la rigidez de los mercados laborales y las perturbaciones de la oferta están provocando graves problemas a la Fed y al resto de los bancos centrales.
Según los investigadores del Deutsche Bank, es posible que la recesión ya esté en marcha en Alemania (donde el banco tiene su sede) y en la zona del euro, como resultado de la crisis energética ocasionada por la invasión de Ucrania por parte de Rusia.
Y el mismo sentimiento permea en el todopoderoso e influyente banco Goldman Sachs, pues los analistas de renta variable no esperan ganancias en el mercado estadounidense en 2023.
Si las subidas de la Fed provocan una fuerte desaceleración de la economía estadounidense, un aterrizaje forzoso en 2023 podría hacer que el S&P 500 cayera 21 por ciento respecto de los niveles actuales, estima el banco.
Un escenario de recesión de aterrizaje duro sigue siendo un riesgo claro, advierten los expertos de Goldman Sachs.
Este que es el principal banco de inversión de Wall Street prevé un aumento de 50 puntos base de la tasa de referencia en diciembre, seguido de otras tres subidas de 25 puntos básicos en febrero, marzo y mayo, hasta terminar en 5.0-5.25 por ciento.
Si ya todos concuerdan es porque están equivocados
Cuando los grandes jugadores parecen estar todos cargados hacia una misma opinión, por lo general la estrategia del inversor contrario, es decir, la de aquel que opera al revés de lo que la gran mayoría espera, suele ser la más exitosa.
En Top Money Report hemos advertido que una Gran Recesión hará su llegada, y también anticipamos mayores caídas en los mercados, entre ellos el bursátil y el de criptomonedas.
No obstante, dadas las estadísticas económicas recientes que revelan una economía estadounidense más fuerte de lo esperado, es posible que la recesión no llegue en 2023, como vaticinan algunos colegas, sino hasta 2024.
De ser el caso, el desplome bursátil que esos mismos especialistas de las grandes empresas financieras esperan, quizá sea más como una muerte lenta y prolongada, en vez de un descalabro abrupto.
En cualquier caso, la recomendación seguirá siendo por ahora mantenerse expectante de lo que sucede en la Bolsa y las criptos. Cualquier “rally” en meses próximos puede ser una trampa mortal. ¡No se deje seducir!