Los metales preciosos sin duda alguna se encuentran entre las mejores opciones de inversión en estos momentos de incertidumbre económica, histórica inflación y una gran recesión global en puerta. Pero ¿qué pasa cuando se combina una fuerte demanda de metales y existe poca oferta?
¡Correcto! Los precios se disparan. Pues eso es justamente lo que está ocurriendo con las monedas de oro, pero mucho más con las monedas de plata. Veamos el contexto internacional.
La semana pasada en un informe, el analista Ronan Manly, de BullionStar.com, reveló que más del 50 por ciento de la plata entregable en el COMEX (Commodity Exchange, principal mercado de materias primas) de repente ya no estaba disponible.
En esos mismos días Manly publicó un tweet del experto en metales Nicky Shiels, quien dijo que los delegados que asistieron a la conferencia anual de la LBMA (Asociación del Mercado de Lingotes de Londres) en Lisboa, esperaban precios más altos de la plata debido a su escasez. Es una especie de “secreto a gritos” en la comunidad de metales preciosos.
En esa misma conferencia los analistas enfatizaron que están menos “bullish” (alcistas) en cuanto al oro para el año que viene en comparación con la reina de los metales. Para esta, estiman que escale cuando menos a un promedio de 28.30 dólares la onza troy en el mercado de futuros (mercado electrónico), impulsada justo por la escasez física y una demanda sin precedentes.
Actualmente el precio referencial de la onza de plata en dicho mercado de futuros con entrega en diciembre se encuentra en aproximadamente 19 dólares, pero en físico es imposible conseguirla a un precio siquiera cercano a eso.
La escasez de plata física se refleja asimismo en los propios contratos de futuros. Le explico. En el mercado al contado o “spot” la plata sigue en “retroceso” o backwardation, que es el fenómeno que se presenta cuando dicho precio es más alto que el del contrato activo (en este caso, el de entrega en diciembre). Lo normal es que la curva de precios de estos contratos sea ascendente, pero se encuentra invertida.
Lo que esto quiere decir es que hay tanta escasez que los compradores del metal precioso están dispuestos a pagar un sobre precio para la entrega inmediata de su plata hoy, en vez de comprar un contrato para entrega a futuro que quién sabe si tenga plata disponible para entonces. La demanda pues, es extremadamente alta y con precios al alza. Los inversores quieren su plata hoy, no para después.
Esto a su vez explica los sobreprecios de monedas de plata en Europa, Estados Unidos y México, donde se llegan a cotizar al menudeo ya hasta en el doble del precio spot, algo inédito.
Para estimular la oferta de monedas en manos del público, las empresas están ofreciendo también precios más altos a la compra.
Por ejemplo, la firma de inversión APMEX ofrece comprar cada moneda de una onza de plata a 10 dólares POR ENCIMA del precio de referencia del mercado de futuros, mientras que los gestores de SD Bullion están ofreciendo entre 10.50 y 11 dólares sobre spot.
El Dr. Tyler Wall, director general de SD Bullion afirma que el mercado de la plata física está más ajustado que nunca y que es obvio que el metal podría agotarse de plano si la “sangría” de las bóvedas del mercado COMEX y de la LBMA continúa durante más tiempo.
“Una de las personas con las que hablo habitualmente y que conoce de primera mano el funcionamiento de una bóveda del COMEX me dijo hace poco que no cree que quede plata sin vender, pero la gente aún no se ha dado cuenta. Interesante, dado que supuestamente quedan 35 millones de onzas de plata registrada en el COMEX”, señaló.
En México sucede lo mismo. Banco Azteca suspendió hace un mes la venta de onzas de plata Libertad en todas sus sucursales tras agotarse sus inventarios.
Esa institución bancaria ofrece, no obstante, comprar monedas del público con un sobreprecio del 13 por ciento sobre el precio “spot”, y aún así la oferta de parte del público ahorrador es raquítica. ¡Nadie quiere vender su plata física en la antesala de la recesión que viene, todos quieren (queremos) comprar pero no hay suficientes existencias!
La lección y la recomendación es clara: si consigue, compre plata al precio de mercado (¡a como la encuentre!), porque en las actuales condiciones económicas el precio sólo puede ir en una dirección, y es hacia arriba.