En la vida andamos siempre movidos por la plenitud del significado y del propósito. Ellos traen la felicidad y el sentido a cada situación. Su ausencia marca una vida apática, gris y ausente de herramientas para enfrentar los desafíos y atravesar los desiertos. El significado y propósito traen tolerancia al dolor y lo disminuyen ante la expectativa de algo posterior. En lo nacional ocurre lo mismo, nos movemos bajo el significado y el propósito, adoptamos lo que somos tras lo que queremos. Por ello quizá el cielito lindo y no las golondrinas. Porque el significado no está en la ausencia sino en cantar en vez de llorar.
El propio significado, ese autoconcepto, se soporta en tres importantes; auto-ideal, auto-estima y auto-imagen. ¿Qué significa pues ser mexicano? Además de ser campeones del mundo en Qatar, ¿a qué le tira el mexicano? El autoideal lo determina y nadie puede ir más allá que su propio superlativo, nos queremos y defendemos la soberanía como un rasgo distintivo de lo que somos. El mexicano es único, tan único que, en palabras de Chabela Vargas nacida en Costa Rica, podemos decir; “los mexicanos nacemos en donde se nos dé la gana”. La auto-imagen importa, Somos un mosaico multicolor que no trasluce, pero si brilla, aunque el brillo se vea desde afuera y adentro se piense opaco, desde lejos siempre se ve todo más fuerte. Nadie sabe el bien que tiene hasta que lo ve de lejos.
Cuando se dio el grito de Dolores, los insurgentes, a quienes se les uniría el Regimiento de la Reina que comandaba Ignacio Allende formaron un grupo de más de 40 mil hombres. Hoy el Ejército Nacional, con la Guardia Nacional recientemente adquirida, tienen una fuerza efectiva de 317,724 elementos. Esto es muchísimo mayor que las fuerzas que empezaron, o que el Ejército Trigarante que llegaba apenas a los 20 mil activos. Es evidente que seguimos buscando nuestra independencia con un ejército más grande, aun no tengo claro de qué buscamos independizarnos, pero debe ser muy grande y temible.
Esperamos que el tamal te´bien y con él se envuelva la esperanza y la ilusión de un pueblo grande, talentoso, recio y elaborado, que aún no llega a Tenochtitlan pero sigue en camino. El más cargado lastre de México sigue siendo el mismo México. Hobbes afirmó “homo homini lupus”, el hombre es el lobo del hombre, pues el mexicano es el coyote y para los lobos los coyotes. El autoconcepto mexicano es tan fuerte que presiona desde afuera, porque el charro nunca calla.
Que diferente sería la historia si en vez de celebrar el inicio de la independencia celebrásemos el final, festejaríamos el 27 de septiembre, pero nos gustan los inicios, pensamos siempre que empezar es más difícil que terminar, pero lo cierto es que siempre es más fácil entrar que salir de algo. Y si festejamos los inicios entonces querer es poder, aunque entre querer y poder hay muchas cosas más.
Difícil explicar qué es el mexicano. Pero en la fiesta patria, felicidades mexicano, ¡Viva México!