El Banco de México (Banxico) cumplió con las expectativas del mercado y anotó un incremento de 75 puntos base a su tasa objetivo de referencia para dejarla en 8.5 por ciento. Sin embargo, todo apunta a que veremos más alzas para contener una inflación que parece no tener fin.
Reportes como el del banco suizo UBS ponen sobre la mesa un pronóstico para el cierre de año de una tasa de 9.5 por ciento, aunque sin descartar que las subidas de tasas puedan ir más allá debido a que los riesgos para la inflación siguen más inclinados al alza.
En este espacio consideramos que no hay manera de que Banxico termine el año con una tasa que no sea de al menos del 10 por ciento.
El análisis de UBS señala que la inflación ha seguido empeorando desde la reunión de Banxico de junio y parece dispuesta a superar las previsiones del Banco Central en el tercer trimestre, pues “la mayoría de los indicadores alternativos de las presiones sobre los precios han seguido deteriorándose en las últimas semanas”. Y no hay duda de ello.
De hecho, en el comunicado de Banxico de este jueves modificó sus perspectivas de inflación al alza, y ahora prevé que cierre 2022 en 8.1 por ciento. El pronóstico previo era que la inflación llegaría a ese nivel en el tercer trimestre de este año, para luego moderarse “mágicamente” y cerrar 2022 en 7.5 por ciento.
Sin embargo, la inflación ya tocó ese nivel en julio, cuando se ubicó en 8.15 por ciento, por tanto, la nueva trayectoria esperada por Banxico es que la inflación se ubique en 8.5 por ciento al cierre del trimestre julio-septiembre, y cierre el 2022 en 8.1 por ciento.
De acuerdo con UBS, decir que Banxico está preparado para reducir el ritmo de subidas puede ser prematuro dada la incertidumbre que rodea a la Fed y el hecho de que la inflación de México aún no ha alcanzado su punto máximo. Estamos de acuerdo.
El costo de la educación podría ser una señal
“La inflación aún no ha alcanzado su punto máximo y la mayoría de los indicadores de inflación siguen empeorando en términos interanuales. Creemos que un elemento crítico a vigilar en las próximas semanas es el aumento de las tasas educativas”, señala el análisis.
Los precios de la educación en México se ajustan por lo general una vez al año, las universidades lo harán en agosto, mientras que la mayoría de las escuelas en septiembre. Por ello, las tasas educativas pueden ser una buena guía para saber si las presiones de la demanda se están trasladando a la inflación de los servicios. Aquí pensamos que así será.
“Hasta ahora, creemos que ha habido poca evidencia de esto, pero si la educación desafía esta opinión, aumenta la probabilidad de que Banxico tenga que seguir siendo agresivo durante más tiempo”, advierten.
Sí o sí: Banxico continuará siendo agresivo
Respecto a la sincronía con la Fed, creen que una tercera subida de tasas de 75 puntos básicos es una opción para la reunión de la Fed de septiembre, aunque podría moderarse y subir solo 50 puntos base en esa reunión.
“Si la Reserva Federal ofrece una subida de 75 puntos básicos en septiembre, creemos que Banxico probablemente la igualará. De hecho, a corto plazo, creemos que los riesgos de desacoplamiento están más inclinados a que Banxico tenga que hacer más que la Fed en lugar de menos, especialmente si la inflación local se acelera aún más”, finaliza el banco en su documento.
Alza de tasas, insuficiente para frenar la inflación
Al momento, la mayoría de expertos y casas de análisis están pasando por alto un elemento fundamental que, sin embargo, es la causa de que las alzas de tasas de Banxico haya resultado ineficaces para frenar la escalada de precios: el gasto público está desbocado y no hay visos de que vaya a detenerse o frenarse siquiera.
Para 2022 el Congreso autorizó un gasto gubernamental de 7 billones 88 mil 250.3 millones de pesos (mdp). Lo anterior implica un aumento de 8.6 por ciento en términos reales respecto del año previo, pero con las previsiones de gasto actual es muy probable que el incremento real sea más cercano al 10 por ciento anual.
Así, mientras el gobierno continúe presionando la demanda agregada con un gran gasto deficitario, los esfuerzos de Banxico por contener la inflación mediante subidas de tipos de interés seguirán quedándose cortos.
Como también ha quedado de manifiesto en Estados Unidos, donde el gasto público se estima que se contraiga en alrededor de 7 por ciento este año fiscal, allá hace falta un esfuerzo mucho más grande que el que hasta ahora ha hecho la Fed subiendo sus tasas.
Sin ese “cierre de pinza” – gasto público contenido Y tasas de interés al menos 3 puntos porcentuales por encima de la tasa de inflación anual-, la política tiene poco que ofrecer contra el alza de precios, y quienes seguirán pagando el costo serán, como siempre, los más desfavorecidos que van a ver cómo se les esfuma el valor de sus ingresos entre las manos.