La confianza empresarial es fundamental para el progreso económico, definido como la capacidad para producir más (dimensión cuantitativa) y mejores (dimensión cualitativa) bienes y servicios, para un mayor número de gente (dimensión social), capacidad que depende de las inversiones directas, que producen bienes y servicios, crean empleos y generan ingresos, inversiones que dependen de la confianza de los empresarios para invertir directamente en el país.
¿Cómo andamos, en México, en materia de confianza empresarial?
El INEGI ya publicó el Indicador de Confianza Empresarial de marzo. Se trata de un índice que va de cero a cien. Si el índice se ubica en cero es total desconfianza. Si se ubica en cien es confianza total. Entre cero y cincuenta hay desconfianza (más cerca de cincuenta menor desconfianza). Entre cincuenta y cien confianza (más cerca de cien mayor confianza).
El índice se elabora con las respuestas que dan los empresarios de la manufactura, la construcción y el comercio a estas cinco preguntas: ¿cómo considera el momento actual para invertir directamente en el país?, ¿cómo es la situación económica actual del país comparada con la de hace un año?, ¿cómo será la situación económica del país dentro de un año comparada con la actual?, ¿cómo es la situación económica actual de su empresa comparada con la de hace un año?, ¿cómo será la situación económica de su empresa dentro de un año comparada con la actual?
En marzo, el índice general se ubicó en 45.8 unidades. La mala noticia: se ubicó por debajo de los 50 puntos, en zona de desconfianza. La buena: se sumaron tres meses consecutivos de menor desconfianza: diciembre, 43.5; enero, 43.7; febrero, 44.5; marzo, 45.8. Nos alejamos del cero (desconfianza total), hacia el cincuenta (frontera entre la zona de desconfianza y la de confianza).
En lo que respecta a la pregunta ¿cómo considera el momento actual para invertir directamente en el país?, el índice se ubicó en 24.5 unidades. La mala noticia: se ubicó por debajo de los cincuenta puntos, en zona de desconfianza. La buena: se sumaron dos meses consecutivos de menor desconfianza: enero, 22.0; febrero, 23:0; marzo, 24.5. Esta menor desconfianza, ¿se habrá traducido en más inversiones directas a lo largo del primer trimestre del año? La respuesta la sabremos hasta el lunes 7 de junio, cuando el INEGI publique el Indicador de la Inversión Fija Bruta (instalaciones, maquinaria y equipo) para marzo.
Por lo pronto en marzo la desconfianza empresarial para invertir directamente en México fue menor que en febrero y enero, pudiéndose deber, uno, al avance en la reapertura de la economía; dos, al avance en la vacunación; tres, a la recuperación de la economía estadounidense y las oportunidades que trae consigo el T-MEC.
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