Una y otra vez oímos la queja de que en México el gobierno recauda poco, razón por la cual el gobierno gasta poco, razón por la cual el progreso económico y el bienestar social dejan que desear. Según esta manera de pensar para lograr mayor progreso económico y bienestar social debe aumentarse el gasto del gobierno, para lo cual deben cobrarse más impuestos. Todo ello lo encontramos, entre otros documentos, en uno publicado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Getting it Right: Prioridades estratégicas para México.
Una de las principales críticas que se le hacen a la economía mexicana, en general, y al gobierno mexicano, en particular, es la relacionada con la relativamente baja recaudación de impuestos, y siempre se presentan estos datos, que tomo del documento de la OCDE: en México la recaudación de impuestos equivale a “solamente” el 17 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), que es el ingreso generado en la economía mexicana, mientras que el promedio de los otros 29 países que integran la OCDE es del 35 por ciento, 105.9 por ciento más, siendo el promedio de América Latina del 25 por ciento, 47.1 por ciento mayor.
Se da por descontado que el que está mal es México y que los que están bien son los otros países latinoamericanos e integrantes de la OCDE, y se da por descontado porque también se da por descontado que el progreso económico y el bienestar social dependen del gasto gubernamental, que a su vez depende de los impuestos, y que un mayor progreso económico y un mayor bienestar social dependen de un mayor gasto gubernamental, que a su vez depende de una mayor recaudación de impuestos. ¿Por dónde empieza todo este “círculo virtuoso”? Por el aumento de impuestos: porque se les cobre más a los que siempre se les ha cobrado (contribuyentes cautivos), o porque se les empiece a cobrar a quienes nunca se les ha cobrado (contribuyentes prófugos), o porque se les cobre más a los que siempre se les ha cobrado y se les empiece a cobrar a quienes nunca se les ha cobrado. Por eso la OCDE ha propuesto que en México se cobre el impuesto a las herencias, lo que sería injusto e ineficaz.
Antes de poner un peso más en las manos del gobierno, ¡mucho menos del mexicano!, se deben responder estas tres preguntas: ¿en qué gasta el gobierno?, ¿cuánto gasta el gobierno?, ¿cómo gasta el gobierno?, siendo las respuesta generales que el gobierno gasta en lo que no debe, razón por la cual gasta de más, y en muchos casos de mala manera, por lo que la tendencia debe ser la contraria: menos dinero en manos del gobierno, más dinero en manos de los ciudadanos, quienes generan el ingreso del cual el gobierno cobra los impuestos. Peso sobre peso, ¿quién gasta mejor? ¿El ciudadano o el gobernante?
Lo único que falta en México para que se consume el abuso tributario es que se cobre un impuesto a las herencias.
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