Los líderes convocan a una causa que generalmente es sensible y muy disruptiva. Lo hizo López Obrador convocando a México a erradicar la corrupción y hoy es el presidente de México.
Las causas sociales son un llamado a la acción que unifica voluntades de una forma fácil y entendible. Lo hizo Martin Luther King exigiendo igualdad de derechos para los afroamericanos en estados Unidos y Mandela en Sudáfrica para exigir el fin del “apartheid” que segregaba a la gente de color. Lo está haciendo Malala, la joven pakistaní que enfrentó a un sistema represivo de los talibanes, que impedía a las niñas acceder a la educación. Lo están haciendo mujeres líderes iraníes, -como Mahsa-, quien se enfrentó al sistema religioso que reprime a las mujeres y les obliga a seguir un código de vestimenta denigrante y tolera el acoso sexual; lo hizo al precio de su propia vida. También lo está haciendo la jovencita Greta Thunberg, líder ambientalista sueca que está exigiendo a los gobiernos del mundo políticas públicas para combatir al cambio climático.
Lo hizo Vicente Fox para sacar al PRI de Los Pinos después de 70 años de gobierno y lo está volviendo a hacer Trump para regresar a la presidencia, convocando a los norteamericanos a “volver a hacer grande a su país”, reconociendo que éste ha perdido liderazgo en el mundo.
¿A qué convocará Xóchitl al pueblo de México para que se le de la oportunidad de gobernar este gran país, que está sumido en la mayor crisis de violencia que se tenga historia?
Sin embargo, en el contexto de hoy vemos que desde las “mañaneras”, -desde hace tiempo-, se plantea a la ciudadanía que las elecciones de este 2024 no ofrecen mas que dos opciones: la continuidad de la 4T, -o entonces-, regresar al pasado de corrupción, abusos y privilegios de los conservadores. Sobre este planteamiento es que Claudia Sheinbaum ofrece al electorado construirle el segundo piso a la 4T.
Desde el poder el presidente López Obrador impuso la agenda temática de campaña sobre la que hasta hoy compiten las dos candidatas y el nuevo participante Jorge Álvarez Máynez, impulsado por MC.
“No es opción regresar al pasado de corrupción, abuso y canonjías para beneficio de unos cuantos”, dicen López Obrador y la Sheinbaum, asignando, -por contraste-, a Xóchitl el rol de representar al pasado corrupto y de abusos. Sin embargo, casi la totalidad de los mexicanos ya no queremos volver a vivir este pasado reciente. Efectivamente, volver al pasado no es opción.
Por tanto, lo que debe hacer Xóchitl es deslindarse de esa etiqueta que le ha impuesto el “señor de las mañaneras”, nombrándola la representante de los conservadores, los neoliberales y las oligarquías que han construido este país lleno de injusticias y agravios.
Xóchitl trae ya una nueva narrativa desde el domingo pasado… muy acertada para nuestra clase media que es acosada continuamente por la 4T.
Sin embargo, para convencer y obtener el voto de los sectores agraviados por la 4T y el “obradorato”, no sólo se necesita señalar los agravios, -como ella lo está haciendo-, sino convocar a este sector que hoy está incrédulo con las promesas de los políticos, a participar con su voto, para evitar que esas malas prácticas se repitan en el futuro y vuelvan a dañar a varios millones de mexicanos más.
Xóchitl debe desnudar a la 4T a partir de sus agravios y de su indiferencia ante las más sensibles problemáticas humanas, como lo es el derecho a la seguridad física y la patrimonial, así como el derecho a la salud.
Debe adjudicarle a la 4T la identidad de ser mucho más de lo que ellos mismos criticaron a los gobiernos panistas y priísta, cuando no gobernaban y eran oposición.
Xóchitl debe visualizar un nuevo modelo de país, proyectarlo y compartirlo de modo seductor.
Evidentemente sus spots ya describen una propuesta que refleja intenciones, pero esta debe consolidarse en una causa que esté negada para que la pudiese enarbolar su contrincante.
Si a Claudia no le queda mas que ofrecer la continuidad del actual modelo de gobierno fracasado, -que día tras día agravia a las familias mexicanas-, a Xóchitl le corresponde plantear que coincide con sus adversarios políticos de la 4T, respecto a que “regresar al pasado de privilegios para unos cuantos… ¡no es opción!”.
La narrativa de Xóchitl debe desnudar al pasado de modo integral, independientemente de todos los partidos que ya gobernaron y empobrecieron desde hace muchos años a millones de familias mexicanas. Por tanto, Xóchitl debe reconocer que el modelo social y político actual y vigente ya dió de sí y es obsoleto para responder a las necesidades de los mexicanos de hoy, y además es impresentable para dejarlo como legado para las nuevas generaciones.
Debe tomar como referencia la gran frase del politólogo italiano Antonio Gramsci, que hace exactamente cien años decía que “las crisis llegan cuando lo viejo no termina de morir y lo nuevo no acaba de nacer”.
De este modo ella debe tomar el liderazgo de un movimiento para facilitar la transición a ese país radicalmente nuevo que todos queremos, creando, -desde nuevas estructuras sociales y políticas-, un modelo humanista de verdad y no sustentado en palabrería y demagogia.
Debe convocar a la unión de todos los mexicanos para construir juntos esta nueva nación que todos queremos ver nacer.
A su vez, debe reposicionar a la 4T como un modelo parchado, un Frankenstein que suma todos los vicios sociales y políticos que nos están llevando a la descomposición social y a la confrontación entre mexicanos. Y todo… por retener el poder.
Xóchitl debe convocar a construir un nuevo modelo de país totalmente diferente al actual.
LO PERDIDO Vs. LO GANADO
Quizá el secretario de la SEDENA no ha hecho un balance objetivo respecto al impacto que ha tenido en la imagen pública del Ejército, la reorientación de sus actividades hacia el ámbito civil y empresarial, en estos últimos cinco años.
El Ejército se ha convertido en un activo político de la 4T y del presidente de la república, -quien le ha asignado a esta importante institución mucho poder en la vida civil del país-, pero a cambio, -según la percepción ciudadana-, le ha desenfocado de sus verdaderas prioridades y ha dejado a la población civil de muchas regiones de México en posición de indefensión.
Lo sucedido en Chicomuselo, Chiapas, donde la población impidió el paso al Ejército y se enfrentó a él, así como las ovaciones y aplausos recibidos en Siltepec y Bellavista, Chiapas, por la caravana de un cártel, así como el video que circula en redes sociales donde mujeres de la etnia Wixaritari, de Jalisco, se dirigen a quien encabeza un cártel pidiendo su intervención para resolver el incremento de la violencia en su comunidad, son muy reveladoras del sentir del pueblo de México. Esto refleja el sentimiento de impotencia y vulnerabilidad de los pobladores de las regiones asoladas por la delincuencia, y su decepción porque no reciben el apoyo de las autoridades.
Esto sucede sólo en ciertas regiones de México, -es cierto-, como por ejemplo en el triángulo entre Michoacán, Jalisco y Edomex, donde hay una situación casi de guerra, donde la población civil es sometida a bombardeos con drones y obligada a abandonar su casa y sus tierras.
Sin embargo, este contexto crece a pasos agigantados hacia otras regiones del país donde la delincuencia tiene el control, frente a la pasividad de las autoridades.
Es urgente rescatar el cariño y admiración que siempre la sociedad mexicana ha sentido por su Ejército. Sin embargo, hoy lo siente ausente de donde debe estar.
El Ejército Mexicano es uno de los de Latinoamérica que jamás ha tomado el control político de su país, como sí lo han hecho en otras naciones, en Sudamérica.
Esta institucionalidad genera reconocimiento y la percepción ciudadana de que es una organización militar cercana a la gente, pues representa seguridad, solidaridad y respeto a la democracia.
Sin embargo, en estos últimos años la percepción pública ha dado un giro radical, pues considera que al asumir responsabilidades y encomiendas ajenas a su vocación castrense, deja un vacío en el ámbito de la seguridad nacional.
La reflexión respecto a este tema se vuelve fundamental por la importancia que tienen las Fuerzas Armadas para la vida de México y los mexicanos.
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Fotografía del perfil de R. Homs: es de David Ross